En cerros de La Paz son comunes las desapariciones forzadas, dicen vecinos
- Eduardo Muñoz
- 19 noviembre, 2025
- Municipios
- Desapariciones, EdoMéx, forzadas, La Paz, Vecinos
- 0 Comments
La Paz, Méx.- Aquí, ante la apatía de las autoridades locales, hombres, mujeres y niños de las zonas cerriles corren peligro permanente de desaparición forzada, ya que sujetos embozados que tripulan vehículos sin placas o motocicletas sin identificación alguna, recorren las calles y colonias de nueva creación en actitud sospechosa, buscando víctimas.
Así ocurre en colonias cerriles como Potrero, El 70, Las Piletas, La Joya o Las Minas, donde habitan cientos de familias en extrema pobreza que diariamente tienen que bajar 5 o 6 kilómetros para llegar a la carretera México-Texcoco y de ahí dirigirse a centros laborales, escuelas o centros de abasto, ya que en sus comunidades son escasos los mercados, los centros educativos y no existen empresas generadoras de empleos.
De acuerdo con vecinos entrevistados, en las últimas semanas la comunidad de Potrero-Las Piletas, sobre todo en la esquina que forman las calles de Francia y Líbano, donde los predios baldíos se multiplican, individuos embozados, cubiertos con pasamontañas o cubrebocas deambulan por las calles a bordo de automóviles sin placas, vidrios polarizados y en actitud sospechosa.
Según los colonos, los sujetos pasan innumerables ocasiones por las calles vacías de manera lenta, sin prisa, buscando personas para secuestrar y pedir rescates impagables.
Aunque nadie tiene pruebas precisas, toda la zona está inundada de rumores sobre plagios de jovencitas, niños y adultos para exigir rescates, explotarlos sexualmente o, dicen los moradores, “para extraerles ojos y riñones”.
El caso más reciente ocurrió el día de ayer en la escuela primaria de Potrero, a donde se presentaron policías armados que ingresaron violentamente al plantel en busca de un pequeño de 6 años presuntamente desaparecido. De acuerdo con los padres de familia, la escuela fue desalojada de inmediato pero ni el director ni los maestros informaron nada a los progenitores, lo que propició rumores y miedo entre el alumnado. Solo se hizo un llamado para cuidarse de un vehículo Platina de color plateado, placas D51-MNP.
En esta zona muy rara vez se observan rondines de la policía municipal o de la Guardia Nacional. “Los patrullajes ocurren, si acaso, una vez por mes, y cuando se pide ayuda a los uniformados jamás acuden a prestar auxilio, por lo que estamos a merced del hampa y de los narcos, que son los verdaderos dueños de los cerros”, señaló un hombre de aspecto resignado, quien relató que de nada sirve hacer un llamado a la presidenta municipal, Martha Guerrero Sánchez, porque “ella no vive aquí y no sufre las atrocidades de la delincuencia”.
“Aquí –añadió el entrevistado-, el paisaje común es ver jóvenes drogadictos o borrachos tomando alcohol en las esquinas, Lo único que nos queda es encomendarnos al cielo para que no nos asalten o nos maten… Estamos solos frente a la delincuencia”.





