El Tricolor se mantiene en el Top 20 de la FIFA

Ciudad de México.- La Selección Mexicana volvió a cerrar una fecha FIFA sin victoria, pero al menos consiguió mantenerse estable en el ranking mundial de la FIFA. De acuerdo con la actualización publicada por el organismo rector del futbol, el equipo que dirige Javier Aguirre se mantiene en el puesto 14 con 1,682.52 puntos, pese a su reciente derrota ante Colombia y el empate frente a Ecuador.

El Tricolor, que en septiembre había igualado ante Japón y Corea del Sur, sigue sin encontrar la contundencia necesaria en su preparación rumbo al Mundial 2026. Sin embargo, la falta de resultados no se tradujo en un retroceso en la tabla, lo que le permite conservar su lugar dentro de las quince mejores selecciones del planeta, por encima de Uruguay, que ocupa el puesto 15, y de Estados Unidos, que se ubica en el 16.

En la parte alta del ranking, España se mantiene como líder absoluto tras vencer a Georgia y Bulgaria en las eliminatorias europeas. Muy cerca aparece Argentina, que escaló al segundo sitio luego de superar a Francia, relegando a los galos al tercer lugar tras su empate en Islandia. Inglaterra se sostiene en la cuarta posición y Portugal completan el top cinco gracias a su consistencia en los duelos clasificatorios.

Más atrás, los Países Bajos y Brasil intercambiaron lugares: los neerlandeses subieron al sexto escalón y los sudamericanos descendieron al séptimo tras su sorpresiva derrota en Tokio. Bélgica, Italia y Alemania completan el top diez, con el regreso de los germanos a la élite, desplazando a la Croacia de Luka Modric al undécimo puesto.

Otras selecciones con desempeños destacados fueron Hungría, Escocia, Nigeria y Rumanía, todas con avances notables dentro de las cincuenta mejores. En contraste, Grecia y Suecia sufrieron un duro golpe al caer ocho posiciones por sus recientes tropiezos en las clasificatorias.

Con el Mundial cada vez más cerca, México deberá encontrar un rumbo más firme. Javier Aguirre busca transformar la estabilidad en la tabla en resultados sobre el campo, mientras la afición mantiene viva la esperanza de ver a un equipo competitivo, con identidad y carácter mundialista.