FIFA suspende a futbolistas por falsificación de documentos

Ciudad de México.- El futbol mundial quedó en shock tras la decisión de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, que este viernes anunció la suspensión por un año de siete jugadores acusados de falsificación de documentos. Entre los castigados figuran los argentinos Imanol Machuca, Facundo Garcés y Rodrigo Holgado, protagonistas de una trama que salpica directamente a la Federación Malasia de Fútbol (FAM).

De acuerdo con el organismo rector, la federación asiática presentó documentación alterada para justificar la elegibilidad de varios futbolistas en la selección nacional. El hecho salió a la luz después del encuentro del 10 de junio de 2025, cuando Malasia se enfrentó a Vietnam en la tercera ronda de las eliminatorias rumbo a la Copa Asiática de 2027. En aquel partido, los siete sancionados defendieron los colores malayos, generando de inmediato dudas y una posterior queja formal.

La investigación determinó que tanto la FAM como los jugadores violaron el artículo 22 del Código Disciplinario de la FIFA, referente a la falsificación de documentos. La resolución fue tajante: la FAM deberá pagar una multa de 350.000 francos suizos, mientras que cada futbolista tendrá que abonar 2.000 francos, además de cumplir con una suspensión de 12 meses que los aparta de toda actividad relacionada con el fútbol.

La FIFA aclaró que el caso será remitido al Tribunal del Fútbol para evaluar los criterios de convocatoria de Malasia, y recordó que tanto los jugadores como la federación tienen diez días para solicitar la resolución completa y, eventualmente, apelar la sanción.

En cuanto al futuro deportivo de los argentinos, las consecuencias son inmediatas. Machuca, actualmente en Vélez tras su paso por Fortaleza, deberá interrumpir su carrera. Garcés, que dejó Colón para unirse al Alavés en España, queda igualmente marginado. Holgado, delantero del América de Cali, también deberá esperar un año para volver a competir.

Este escándalo no solo golpea a los futbolistas involucrados, sino que también deja en entredicho los controles de elegibilidad de la FIFA y abre un debate sobre la transparencia en las convocatorias internacionales.