SIN TON NI SON

Por: Francisco Javier Escamilla Hernández

Esta vez me voy a referir a algunas parejas de la literatura universal, tan sólo para recordar que podemos enriquecer nuestro espíritu con deliciosas lecturas, que a lo largo de los años no pierden actualidad, por el contrario, se vuelven más firmes, hasta convertirse en clásicos.

Romeo y Julieta

De uno de los mejores escritores de la historia, William Shakespeare. Sus textos son un análisis de las grandes pasiones de la humanidad, pero también nos brindan un profundo análisis de su naturaleza violenta y romántica. “Romeo y Julieta” es la historia de dos jóvenes nacidos en la ciudad de Verona, pertenecientes a familias rivales. A pesar de que su amor es imposible, viven un romance apasionado que cuando está a punto de consumarse, una serie de malos entendidos lo transforma en tragedia.

En El amor en tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez, se desarrolla una historia de un amor que dura más de 50 años, antes de empezar. ¿Cuánto tiempo puede vivir el amor? Tan pronto como la conoce, Florentino se enamora perdidamente de Fermina. Después se interpone entre ellos la distancia, el matrimonio de Fermina y 50 años de separación, Florentino le dedica a la mujer de su vida cartas, la corteja y siempre es despreciado, pero al final su elocuencia despierta en Fermina un interés que hace mandar todo a volar y corresponder a Florentino.

En la magna obra del escritor argentino Julio Cortazar, “Rayuela”, se nos aparecen

La maga y Oliveira. ¿Encontraría a La Maga? Este libro es un enredo de encuentros y desencuentros entre Horacio Oliveira y Lucía, alias La Maga. Apasionada y compleja, esta historia es un recorrido por el pensamiento y los sentimientos de un grupo de poetas y artistas. Un texto magnifico que les recomiendo leer con detenimiento, para saborearlo.

En Don Quijote de la Mancha, la pareja protagonista es el propio Quijote y Dulcinea. El Quijote, entre todos sus enredos e historias del género caballeresco también relata una gran historia de amor: la de un hombre enamorado de una mujer que sólo existe en su cabeza. Bueno, de existir, Dulcinea existe, pero no es precisamente una dama elegante, pura y bella, sino que se trata de una campesina fea, sucia y ligera de cascos, que lleva por nombre el poco delicado de Aldonza Lorenzo. Pero es verdad que “el caballero de la triste figura” requiere de una dama como inspiración para lanzarse a desfacer agravios, y a falta de ella, se la construye en sus pensamientos. Lo que no quita que le dedique algunas de las palabras más bellas en un libro ya de por sí bello.

Quasimodo y Esmeralda, son los protagonistas de la magna obra de Víctor Hugo “La Catedral de Nuestra Señora”, o sea Notre Dame de París, ya que es aquí donde tiene lugar la trágica historia de amor entre el feo campanero Quasimodo y la bella gitana Esmeralda. Víctor Hugo hace un magnífico uso del fervor que sentían sus contemporáneos por el medievo: las escenas de multitudes, la cacería de brujas, las torturas crueles y el amor incondicional. Aparte del singular amor que surge entre Esmeralda y Quasimodo Víctor Hugo nos sumerge en descripciones de París y de su catedral, con magistral plasticidad.

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