A 9000 KM

YO TE QUERRÉ, EL HOMENAJE A FRANCISCO ALONSO

“Tomar la vida en serio, es una tontería, hay que gozarla, hay que reír. / Tomar la vida en serio, es una tontería, pues de un berrinche, puedes morir.” Después de lo que hemos vivido en los últimos años está claro que ese podría ser el lema con el que afrontar el presente, pero esos versos van acompañados de unos acordes y forman parten de nuestra historia musical. El maestro Alonso los compuso y solo hay que ver o escuchar la zarzuela Luna de Miel en El Cairo para tararearlos como corresponde. Ahora, gracias al ‘proyecto Zarza’, y el homenaje que rinden estos jóvenes al maestro, el público del Teatro de La Zarzuela de Madrid pudo revivir algunas de las obras maestras del legado de Alonso.

Yo te querré es el título que lleva este homenaje de José Luis Arellano a Francisco Alonso. La zarzuela hecha por jóvenes y para jóvenes es, sin duda, una gran idea. El elenco está lleno de talento y grandes voces que cautivan a un público que ve como tras el dilema de la autora y el director surge una obra que mezcla el pasado con el presente, cuyo vínculo de unión son los míticos temas de Alonso y por supuesto, el amor y las ganas de vivir. Este compositor granadino marcó una época y ahora que la música está muy marcada por determinados ritmos, viene bien acercar la zarzuela a quienes desconocen la importancia de ésta en nuestra cultura.

Yo te querré va más allá de recordar al maestro Alonso porque es también un homenaje a nuestros padres y abuelos que en más de una ocasión nos cantaron “Por la calle de Alcalá, con la falda almidoná, y los nardos apoyaos en la cadera…” solo con escuchar el nombre de esta popular calle madrileña. Lo mismo sucede, por ejemplo, con el popular pasodoble La Banderita y así con todo el listado de canciones que este espectáculo de hora y media brinda al público. Un público, por cierto, que abarca todas las edades, lo que demuestra que “proyecto Zarza” cumple con su objetivo. Ahora solo falta que tenga el respaldo de las Administraciones y pueda girar por todo el país porque nuestra cultura hay que valorarla y no dejarla caer en el olvido por las modas que lo inundan todo.

Por supuesto, si he hablado de talento sobre las tablas, lo mismo sucede con la orquesta. Es un lujo ver tocar los instrumentos en directo desde el patio de butacas y bajo la atenta dirección de Lucía Marín se nota que hay un gran trabajo para que esta obra sea un éxito. Reconozco que este magnífico proyecto cumple con su objetivo, te saca más de una sonrisa y trae, de paso, muchos recuerdos de quienes te descubrieron al maestro Alonso cantándote en algún momento alguna canción suya. Además, yo que vivo de regalo y que sé lo que es que la vida te dé una segunda oportunidad enfatizo que “tomar la vida en serio, es una tontería, hay que gozarla, hay que reír”.

Eso sí, si cada uno somos el personaje de nuestra propia obra, siempre será mejor escribirla con una sonrisa, disfrutando de lo que nos gusta y dejando de lado los cánones que nos imponen. La banda sonora la elegimos nosotros mismos y seguro que en alguna ocasión el maestro Alonso está presente en nuestra vida, porque los abuelos y los padres nos marcan para siempre.