La tecnología, el gran ausente en la educación Colofón. – Políticos desacreditados, la válvula de escape de AMLO
- Raúl Mandujano Serrano
- 14 agosto, 2020
- Columnas
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La tecnología, el gran ausente en la educación. – Hoy la tecnología es el reto -explica el amanuense- sobre todo en lo educativo porque, aunque el indicador es un menor, niño, niña o adolescente, estamos también pensando en familias. Y mire, es un reto porque en lo inmediato, estamos suponiendo que todos, las familias, los alumnos, y los propios docentes, tenemos acceso a una computadora y a una red, vamos, a internet, para la entrega de tareas, retroalimentación, y hasta las reuniones de trabajo con niveles educativos, incluso suponiendo también que sólo se transmitieran las clases por televisión, se necesita retroalimentación. La escuela está en casa…
Hablamos de un país conectado, pero ¡ojo!, no es así, la brecha digital existe y tenemos comunidades y regiones en extrema pobreza, que no tienen conectividad; tenemos zonas marginadas y rurales sin acceso a estas tecnologías, zonas campesinas, pobreza extrema y a quienes tendría que llegarles esa conectividad para disminuir la brecha digital que, no es la diferencia entre pobres y ricos, sino la diferencia de ser un país en desarrollo, a uno solamente manipulado por ejercicios políticos o gobiernos, de cualquier color.
De ahí que el reto para los gobiernos actuales, empresas, sindicatos y organizaciones, sea apoyar a esas regiones y suburbios, a todos, para garantizar su acceso al mundo global, es decir, al universo de la educación mundial y no al conformismo ratonero que aduce que es mejor ser feliz que educado o con aspiraciones. Se exige una sociedad preparada, respaldada con la distribución de equipos de cómputo y en capacitación en el uso de plataformas a docentes, alumnos y familias, porque, de verdad se lo digo, o se lo dice el periodista de lo confuso y lo abstracto, de no ser así, seguiremos apostando a la simulación que por años ha ofendido a esta nación.
Y este es el peor de los defectos de un país, o más bien de gobernantes y lidercillos de congresos. Se refiere el amanuense a simular una preocupación, pero que sólo se queda en eso, en dizque preocuparse, en achacar a la corrupción pero que hasta ahí se queda. Aterricemos con los maestros el problema y construyamos soluciones.
Colofón. –Mientras degusta de un plato de fabada española con una copa de vino tinto del “Casillero del Diablo”, el hacedor de las coplas sarcásticas reflexiona sobre lo difícil que debe resultarle a expresidentes y exsecretarios, el descrédito por los supuestos actos de corrupción que está revelando el otrora director general de Pemex, Emilio Lozoya -tan corrupto como ellos-, pero más doloroso debe resultar que el actual titular del Ejecutivo, el originario de Macuspana, haya encontrado ese huequito de salvación ante la serie de fracasos que afectaban su mandato, como consecuencia del mal manejo la terrible crisis económica por la pandemia del coronavirus.
Así que, Lozoya le trajo a Andrés su cajita de sorpresas y debe estar feliz. Pero ahora viene la parte difícil, probar los dichos ante una justicia en la que él no confía y cuestiona, que asegura sirve a intereses viles de grupos delincuenciales (a los que apapacha) y de la oposición en su contra, o “los opositores”, vamos, a su “mafia del poder”. Por lo pronto, la aspirina política le ha dado una pausa en su desatinada y ocurrente manera de gobernar y, para alguien que ha vivido muchos años de la política, y ha estado en casi todos los partidos, es un remedio que no puede desaprovechar. Tenga usted una semana de mucha paz. Mi twiter @raulmanduj