NAVIDAD

¡Cómo pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando comencé esta columna y hoy es la última de este año. Nos vamos de vacaciones porque en una semana estaremos celebrando la Nochebuena. Es curioso como en la época más fría del año llegan las fiestas más entrañables. Es cierto, que a medida que va pasando el tiempo nuestra percepción de ellas va cambiando. La vida es la responsable de ese cambio, pero también es ella la que nos va enseñando a valorar los pequeños detalles y los momentos únicos e irrepetibles que no vuelven. Por eso, aunque añoremos a quiénes ya no están y veamos sus sillas vacías; tenemos que recordar que fueron ellos los que nos enseñaron que cada Navidad es importante. De ellos heredamos el espíritu que lo inunda todo y por ellos hay que seguir manteniendo las tradiciones por muchos años aunque estén llenos de nostalgia.
Con nostalgia pero siempre con una sonrisa, las tradiciones son las tradiciones. En España no pueden faltar en la mesa los turrones, los mazapanes y los polvorones. Todos ellos han ido evolucionando a lo largo de los años y las múltiples variedades que hay los convierten aún más apetecibles. Que es tiempo de comer, no hay duda, pero también es tiempo de villancicos, aunque éstos cada vez se escuchen menos… Una reflexión a tener en cuenta dado el consumismo que van fomentando desde hace meses. A todos nos gustan los regalos, pero no todo vale porque sea Navidad. Lo mismo se puede aplicar a cierta “hipocresía” que reina en el ambiente, pero de eso mejor no hablar… porque la protagonista es la Navidad. Aquí el pistoletazo de salida a las fiestas llega con el sonido de los bombos del Sorteo Extraordinario de Navidad. Será el próximo domingo cuando algunos serán agraciados con el famoso “gordo” mientras el resto ponen en valor la salud. Ésta sí que es fundamental no solo en el mes de diciembre… aunque es ahora cuando ponemos a prueba nuestra capacidad estomacal. Las comidas de empresa y de amigos son el calentamiento para la que se nos avecina… Nochebuena, Navidad, la llegada de Papa Noel y cuando te quieres dar cuenta ya has engordado un par de kilos y estamos en Nochevieja. Todos pendientes del famoso reloj de la Puerta de Sol para comernos doce uvas al ritmo de sus campanadas. Son treinta y seis segundos llenos de sueños y buenos deseos para el año que arranca. No importa si te atragantas porque lo importante es entrar en el 2020 con buen pie, metiendo algo de oro en la copa, poniendo las maletas en la puerta o el sin fin de costumbres para dar la bienvenida al Año Nuevo.
Se avecinan días emotivos con los seres queridos. Son, también, días de hacer balance y, por supuesto, son días para soñar. Por eso, a nueve mil kilómetros de distancia les envío mi más sincera felicitación de Navidad. Además, no me olvidaré de pedir a los Reyes Magos mucha salud para todos. Porque con ella y mucha fuerza y tenacidad conseguiremos hacer realidad los sueños. Tenemos trescientos sesenta y seis días para lograrlos. De los propósitos mejor no hablamos…
Desde España les deseo una ¡Feliz Navidad! Y un Próspero 2020. ¡Disfruten!