EL VALLE DEPORTIVO

La época siempre es verdaderamente un alimento lleno de esperanza para enarbolar mejores situaciones de vida. Para unos es la mágica oportunidad de reverdecer y para otros la tan ansiada oportunidad de emerger y seguir bregando en este mundo. Las misiones se comprometen a no cometer los mismos errores, aún cuando casi siempre pasa que se presentan y se hacen otros más. La imágenes de todo un tiempo pasado saltan como película de ficción delante de nuestros ojos, a veces como si fueran de calidad de aire para nuestro ser, pero también pasamos a la ventanilla de la censura para evitar recordarlos y traerlos al presente; pero debería ser mejor el repaso de lo bien hecho y lo mejor conseguido, porque si de algo uno tiene que estar satisfecho es la gracia de seguir respirando, de seguir soñando, de seguir con fe y esperanza, porque también es cierto que hay muchos más que no pueden y tampoco tienen ninguna condición de las acá mencionadas.
Es doloroso, de hecho bastante, hacer el recuento de daños, pero sirva la ocasión para revalidar cada una de esas enseñanzas que con base en infinidad de lágrimas, sollozos, gritos agónicos, pesadillas y distintos pensamientos consumidos por la rata que se mete a la cabeza, hacen que girara más que cuando nos subíamos al juego del remolino que sacudía hasta el más valiente y tenía serias repercusiones en el estómago, pero ahí estábamos, una y otra vez, intentando que no volviera a ocurrir, siempre con la firmeza de que la siguiente ocasión no vomitaríamos y seríamos el Rey o la Reyna del día o la noche; es más, quienes alcanzaban la cima de las nubes en el columpio podrán recordar que nada era comparable con las innumerables vueltas que daba aquel y que te producía un maremoto de sendas emociones y un solo pensamiento: que se acabara el sufrimiento de tanto tiempo girando. Y sí! cuando bajábamos no podíamos hilvanar el paso porque todo era mareo…pasaban unos segundos, quizás minutos para volver en sí y en donde, muchos hacíamos amigo al temible mounstro del nauseo y solo hasta entonces, sólo, continuábamos nuestro andar…
2019 para muchos ha sido así, vertiginoso, osado, temible y hasta siniestro; la vida productiva ha pasado por deslices férreos que solo nos conducen a revalorarnos como seres humanos, como personas únicas capaces de cierto raciocinio y que con la complicidad de los sentimientos se podrán hacer más y mejores cosas, nuevas oportunidades tienen que surgir y debemos afrontarlas con entereza, sin miedos carajo, despojándonos de ellos y mandándolos al destierro y si bien es cierto en la mayoría de las ocasiones se tiene que volver a comenzar, pues se hace y a seguir! Que duele? Pa´suuuuu mecha, vaya que sí y carcome cada milímetro de piel, pero te hace más fuerte y emprendedor de nuevas aventuras, solo…acompañado…
Tu mundo, mi mundo, el mundo del deporte y cualquier esfera de vida misma no ha llevado por caminos así, sinuosos y hasta escabrosos y nos corresponde a cada uno de nosotros desde nuestras trincheras afrontarlas con gallardía y entereza y asumir un reto al segundo inmediato de nuestro respirar. Cuando esto lo hacemos créeme que lo mejor está por llegar, esta al siguiente paso pero con la cara en alto y con la frente en el firmamento de la esperanza. Camina, no corras, espera y abraza lo más sagrado de este mundano globo terráqueo y sus alrededores, cuando llegue abre bien tu mente, posibilita un cambio enérgico que impacte en tu persona, en tu familia, en tu entorno y entonces se parte de un cambio real y radical: el bien común.
El Valle Deportivo es así, es una comunión entre nosotros, y seguro estoy que continuaremos esta movilización blanca que tanta falta nos hace y este es el momento, no ayer ni mañana, es hoy! El camino del deporte tiene que estrechar y vincular estrategias que erradiquen la violencia otras condiciones sociales. Muchos se han reído de mí y tachado de iluso, pero no importa, el día menos pensado, que, insisto, es mañana, lo celebráremos con total cabalidad que no habrá más que responder y sumarse.
Este texto es mera parte de un cúmulo de parabienes y bonaza para ti y toda tu familia, que lo mejor sea de forma inmediata para que conquistes y sigas sonriendo (como en este momento) que la reflexión a la que hoy te invito crezca y siente las bases de tus sueños y los consolides, los cristalices y los lleves a cabo, que la suma de todos tus esfuerzos te den a manos llenas la tranquilidad infranqueable que tanto necesitamos y que esta noche buena, sí la de hoy, la de mañana o las todas aquellas cuando den las 18:30 horas tengan la luz de la emoción y que, con el amanecer y al despojarte de tus cobijas emprendas el camino para seguir siendo mejor.
Pepe y Sergio Nader, familia, amigos todos, queridos lectores, que sirva esto para abrazarles especialmente muy fuerte con todo mi sentimiento y estrechar los vínculos más sólidos por esta temporada decembrina. Felices fiestas para todos!!!