Putin y Turquía, la nueva estrategia del ajedrez internacional

Uno de los deportes más practicados en Rusia es el ajedrez (reconocido como tal por el Comité Olímpico Internacional desde 1999), tanto así que desde la época de la extinta URSS (antecedente directo de lo que hoy es la Federación Rusa) produjeron connotados ajedrecistas como Anatoli Kárpov y Garri Kaspárov (de nacionalidad ucraniana a partir de 2014). En este sentido, no es de extrañar que el pasado mes de abril el presidente ruso Vladimir Putin haya realizado una jugada precisa en el tablero de ajedrez de la geopolítica. Lo anterior, por la reunión sostenida con el presidente de Turquía el día 8, estrategia que dejó atónito al gobierno de Washington.
La reunión de Putin con Erdogan (presidente de Turquía), llama la atención después del fallido intento de golpe de Estado en contra de éste último, perpetrado por militares en julio de 2016, siendo precisamente Rusia uno de los países que rechazó la sublevación contra el régimen turco.
Sin embargo, surge el cuestionamiento: ¿Por qué es tan importante Turquía para lo rusos?. A manera de respuesta se resalta que existen “diversos factores que ubican a Turquía como un elemento importante para la economía mundial, entre ellos se encuentran: Su ubicación estratégica que pueda influir directamente entre los intereses de Oriente y Occidente. Además es clave geográficamente ante la necesidad de Occidente de controlar el flujo de inmigrantes procedentes del Medio Oriente” (Gavira-Durón, Agudelo-Torres, Franco-Arveláez, & Franco-Ceballos, 2018, p. 443).
De lo anterior, se desprende que el interés de Putin se ubica precisamente en que desde hace siglos el territorio turco simboliza el paso entre Europa y Asia, aunado al gran poderío militar con el que cuentan desde la época del imperio otomano, así como controlar los estrechos del Bósforo y los Dardanelos para que Rusia tenga una salida marítima para sus buques provenientes del Mar Negro, con el ánimo de suministrar gas a Europa central y neutralizar las exportaciones de Ucrania sobre éste insumo, así como de productos pesqueros. Recordando que el conflicto entre Rusia y Ucrania no se originó por la anexión rusa del territorio de Crimea, ni por el conflicto en el estrecho de Kerch, sino que proviene desde la firma en 2009 del acuerdo de la “Asociación Oriental” signado por la Unión Europea y Ucrania, así como el rechazo de ésta última a sumarse a la Unión Euroasiática que encabezan los rusos desde 2015 (Aguayo Armijo, 2016).
Bajo esta coyuntura, para Turquía el acercamiento diplomático, estratégico y comercial con Moscú significa una oportunidad de desarrollo y de hacerle frente a una Unión Europea que desde hace años ha evitado el ingreso de ésta nación al denominado bloque del euro por motivos eminentemente religiosos. Al respecto, Juan Antonio Irazabal considera que: “El Islam turco está actualmente, muy politizado, en buena parte como respuesta a los problemas sociales. Las políticas de laicización y modernización del país crearon dos clases sociales que se caracterizaban por sus modos de vida. Los que llevaban un modo de vida más occidental dominaron la vida pública y se comportaron respecto a los demás como los miembros de una clase superior. Y esto provocó una reacción. Una de las claves del éxito de los partidos islamistas ha sido esta reacción de los que se sentían despreciados y excluidos” (Irazabal, 2004, p. 4).
De lo anterior, se discierne que Turquía ya no desea ser considerada como una nación de segunda y menos por su sincretismo religioso, por el contrario se le nota cada vez más activa en el concierto de las nacionales, basta recordar el papel que ha jugado en la crisis con su vecina Siria. Los turcos ya no desean ser menospreciados por Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN, para muestra está el rechazo que el pasado día 9 de abril hizo el gobierno de Washington a través del vicepresidente Mike Pence por la compra que realizó en gobierno de Erdogan de misiles rusos S-400 “Triumf”, lo que enciende los focos rojos para EUA quienes por estar involucrados en el conflicto nuclear con Irán y la situación en Venezuela ni cuenta se dieron del jaque de Putin.
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Trabajos citados:
Aguayo Armijo, F. (2016). La situación en Crimea: los fundamentos y los límites del derecho internacional. Revista Chilena de Derecho, 43 (1), 219-250.
Gavira-Durón, N., Agudelo-Torres, G. A., Franco-Arveláez, L. C., & Franco-Ceballos, L. E. (2018). Efecto Potencial de un bloqueo económico a Turquía. (A. C. Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, Ed.) Revista mexicana de economía y finanzas, 13 (3), 441-460.
Irazabal, J. A. (2004). Obstáculos para el ingreso de Turquía en la U.E. UNISCI Discussion Papers (5), 1-7.