Conmemora la UAEM el natalicio de Leopoldo Flores

Este 15 de enero se cumplen 88 años del nacimiento de uno de los artistas plásticos más representativos del Estado de México: Leopoldo Flores Valdés, dueño de un estilo inconfundible de pintura mural y conocido a nivel mundial por el diseño del Cosmovitral.
Leopoldo Flores nació en San Simonito, Tenancingo, en el Estado de México y estudió —de 1953 a 1960— en la reconocida Escuela Nacional de Artes Plásticas del INBA, La Esmeralda, con maestros como Pablo O’Higgins y Raúl Anguiano. Posteriormente —de 1965 a 1967— realizó una estancia en París, Francia, en la Escuela Superior de Bellas Artes…
En el documento “Leopoldo Flores. Doctor honoris causa”, de Inocente Peñaloza García, se menciona que durante la época del happening —es decir, la elaboración de murales efímeros—, Flores convocó a los toluqueños a pintar la falda del cerro de Coatepec y el graderío del estadio de la Ciudad Universitaria de Toluca, lo que inició la corriente denominada “arte abierto”.
Este mural permanece en el estadio de Ciudad Universitaria y se conoce como “La liberación del hombre contemporáneo” o “La luz naciendo de la luz” y así como esta obra se ha convertido en un ícono de la ciudad, muchas otras hechas concebidas por Leopoldo Flores ya forman parte de la identidad mexiquense. Las obras de Leopoldo Flores esparcidas en el EdoMéx. Aunque el Cosmovitral es la obra más conocida y con ella el trabajo de Leopoldo Flores ha tenido proyección internacional, el trabajo del maestro se encuentra plasmado en distintos edificios públicos como “El hombre contemplando al hombre”, en el Palacio del Poder Legislativo; “El hombre universal”, en el Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la UAEMex; “En búsqueda de la Justicia”, en el Procuraduría General de Justicia; “De qué color es el principio”, en El Colegio Mexiquense y “Catedral de la Justicia”, en la Escuela Judicial del Estado de México, entre otros. Los grises, amarillos y rojos de la obra característica del Leopoldo Flores se pueden ver también en el Museo de Arte Contemporáneo del Centro Cultural Mexiquense y, especialmente, en el museo universitario que lleva su nombre en el Universidad Autónoma del Estado de México, recinto abierto en 2002 que guarda una colección de murales transportables de gran formato, así como esculturas que él mismo donó a la universidad. La labor de Leopoldo Flores fue reconocida con diversos premios y también con la entrega del doctorado Honoris Causa por parte de la UAEMex, en cuya recepción Flores mencionó que “el acto creativo es el más importante del ser humano. Es una chispa instantánea que si se atrapa se convierte en una obra universal y en propiedad de los humanos para siempre, sin ninguna frontera, pero si no es atrapada se pierde y nunca más la volveremos a ver.” Aún con el padecimiento de Parkinson que le fue diagnosticado a los 74 años, Leopoldo Flores no concluyó su trabajo, sino que lo adaptó a su proceso creativo. Leopoldo Flores falleció a los 84 años de edad y su obra, menciona Inocente Peñaloza, lo convierte en un artista singular porque su estilo es personal, peculiar e inconfundible. “Quien ha visto alguna vez uno de sus cuadros o murales, puede identificar como suyos todos los demás de su vasta obra, como si el primero llevara impresas sus huellas dactilares”.En este aniversario de su natalicio, la Secretaría de Cultura y Turismo organizará una Jornada Cultural que se realizará del 15 al 26 de enero en el Centro Cultural EdoMéx en Tenancingo
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