Trabaja por un propósito, no por un aplauso… vive para inspirar no para impresionar…Anónimo

…En algún momento de mi vida, durante el entrene de karate do, el Profr. José Valdés Alvarado, que era duro, durísimo con los tiempos, formas y técnicas, durante el desarrollo de unas actividades se me acercó sigilosamente y con esa voz firme, categórica y con autoridad probada me dijo: “…no descanse, porque para ello habrá mucho tiempo…no decaiga que siempre habrá momentos de debilidad…lloré todo lo que tenga guardado para que no le haga daño…grite lo más fuerte posible hasta que sienta que se le sale el corazón…piense en sus padres!…piense en sus hermanos!…piense en sus amigos!…piense en su escuela!…pero sobre todas la cosas piense en ¡usted! Jamás diga que no puede sin haberlo intentado y cuando lo consiga alce los brazos y manos al cielo y ofrende su esfuerzo a lo que crea y en quien crea. No se deje vencer y aunque el dolor sea taladrante, no se detenga, siga adelante, con fuerza, con entrega, con pasión, con voluntad, pero sobre todo con mucha fe. Aquí somos entrenados para la vida, para evitar peleas, para defendernos y crecer. Ame lo que haga…”
Al describir esas palabras que me dirigió directamente ahí en el tatami, arrodillado, frente al espejo inmenso, entre los pilares de la estructura, rodeado de más practicantes, llevándome a calmar la respiración para tener paz y calma, irremediablemente viene a mi ese momento que tanta falta hacen hoy en día. Aquello fue un instante que se quedó tatuado y que permeo una formación de disciplina, entrega y pasión: no darse por vencido, luchar y salir avante. Así es el deporte y la vida. Hay ganadores por doquier y son aquellos que no cesan en su intentona de ser mejores y eso se llama: ¡vida! Ejemplos sobran en estos momentos tan delicados, en donde el deporte es sinónimo de alegría, de esperanza y un mejor despertar, basta ver y deleitarnos con las diversas actividades que han tenido varias disciplinas en el orbe, por supuesto hay pros y contras por la condición sanitaria, pero siguiendo protocolos estoy convenido que poco a poco regresaremos por más emociones como las de líneas arriba, por ejemplo, está el fin de semana pasado donde tuvimos un poco de todo: futbol, futbol americano, basquetbol, lucha, boxeo, artes marciales mixtas, tenis, atletismo, entre otras.
Situaciones y momentos diferentes de cada escenario, en algunos inmuebles con la presencia de aficionados, en otros no; algunos más solo con personal definido y calificado para el evento, otros únicamente con personal técnico de televisión para transmisiones, pero en todo caso de cada deporte, se nos presentan dos momentos: por una parte, el regocijo de que hay una porción de nuestros sueños en vías de verse reflejados con los protagonistas de un compromiso deportivo y en el terreno de juego sea cual sea este; por otro, la constante idea al ver y notar el esfuerzo de comunidades deportivas enteras por evitar y erradicar la propagación del terrible mal que nos aqueja, pero que cumplen cabalmente con la indicaciones y obligaciones en ese y otros sentidos. La consigna es clara: tener salud y seguir vivos para saborear las mieles del triunfo, del éxito, por eso estos deportistas que se aventuran en su fe inquebrantable, llegan a soportar momentos de debilidad y pasan a ser o seguir siendo referentes, ahí están los seres humanos que entregan su vida al entrenamiento diario, al tratado de su cuerpo mediante la actividad física, a esculpir sus emociones y sensaciones vía entrenamiento mental, técnicas de relajación, de respiración, de visualizar y focalizar un mejor porvenir, pero cada segundo es vital tener en consideración no rendirse aunque se nos salga el corazón de miedo o de satisfacción.
Por ello, cuando sigo cada disciplina no tan solo lo hago como un seguimiento sino como un estudio permanente de la conducta deportiva y sus distintas áreas; seguir las reacciones de aquellos que han podido ingresar de nueva cuenta a un estadio y/o escenario deportivo, las emociones a flor de piel de los jugadores que lanzan esos gritos que les señalaba, o la de los estrategas: unos impávidos y mudos y otros desgañitándose en sus zonas técnicas, los deportistas y atletas tanto profesionales como amateurs con los ejemplos de que mediante la práctica de una actividad se tienen mejores alternativas para cuidarse e insisto: ¡no detenernos y seguir inspirando!
Pásenla bien!!!