Gobierno federal va por todo /Incoherencia en prioridades

Cayó el día exacto. Muchas felicidades a mi amadísima novia Ale que el día de hoy es su onomástico. Deseo con el corazón que estés colmada de bendiciones y logros.
Hace unos días escuchamos que el Gabinete federal se reunía para observar si es factible eliminar algunos (o todos) los organismos desconcentrados y autónomos, lo que hace encender las alarmas de la democracia y de la funcionalidad de nuestro gobierno.
No es difícil pensar que detrás de sus intenciones de ahorrar en el gasto de gobierno, están las de detentar todas las funciones que pueden ir en contra de lo establecido por la institución monárquica en la que se ha convertido la presidencia de la república.
Organismos que protegen los datos personales, los datos presentados por INEGI, el mismo INE, la Comisión de Derechos Humanos, el Banco de México y algunos otros figuran en esta categoría, por lo que puede trastornar por completo la administración pública, sus datos, el seguimiento y hasta la propia data histórica.
Parece que con la idea de decir “ahorro” el gobierno federal ha justificado y hasta legitimado este tipo de acciones de eliminación de unidades administrativas; si bien es cierto que cada gobierno tiene la facultad de organizarse como cada quien quiera, tan bien es cierto que algunas de las instituciones se han convertido en parangones, en la cara objetiva del gobierno donde no queda más que reconocer errores o aplaudir logros.
Tambalea la facultad crítica del gobierno, pende de un hilo la aportación ciudadana y algunos derechos fundamentales como el acceso a la información.
Altamente lamentable que con un chasquido se acaben verdaderas instituciones de gobierno.
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Doble moral del gobierno federal, por una parte no hay posibilidad de abrir restaurantes y muchos comercios que viven al día pero no está en tela de duda el acudir a la elecciones, supongo que esto sí es prioritario.
En calles de algunas ciudades incluidas las de la CDMX, los vendedores ambulantes y mercados están abiertos, con todo lo que vendan, ropa, electrodomésticos y comida, pero los locatarios establecidos no pueden abrir sus puertas, dando paso a la política adversa a la gente, premiando al informalidad por encima de la formalidad.
Un local o negocio, para vender comida por ejemplo, requiere más de 200 mil pesos para tener todos los permisos, renta, cuenta bancaria, pago a contadores y SAT, primeros sueldos etc. Pero para poner un puesto en la banqueta por mucho se requiere un pago al municipio, pero muchas veces ni eso.
Entonces no se entienden las determinaciones ni las causas que hacen ejecutarlas. ¿A caso alguien piensa que es indispensable tener elecciones? ¿No podemos aplazar la elección por ser prioritario?
No sé ustedes pero creo que las elecciones pueden esperar y que lo verdaderamente indispensable es que los pequeños comercios que son los que sostienen más de dos tercios de la economía mexicana, vuelvan a abrir.