POLÍTICA AMBIENTAL

Desde luego que ya hay una saturación en los medios de comunicación sobre la contingencia ambiental de la semana pasada, pero en un lapso de un mes ya estará en el olvido del colectivo público y lamentablemente no habrá trascendencia. Cada vez nos vamos acostumbrando y nuestra conciencia se hace inocua al deterioro ambiental. Creemos que con dar “Me gusta” o compartir en Facebook o WhatsApp ya somos activistas ambientales.
Efectivamente, se atrasaron las lluvias por el fenómeno de “El Niño”, tuvimos una estabilidad atmosférica anómala durante diez días generando una especie de inversión térmica, pero lo cierto es que seguimos generando emisiones a la atmósfera como si no hubiera consecuencias.
En una de mis cátedras universitarias enfatizo a mis alumnos que los instintos de supervivencia o gregarios se hacen hábitos y costumbres, su conjunto se vuelven cultura y las sociedades los hacen leyes. Nada más difícil que cambiar la cultura de una sociedad, así sea dañina o condene a la sociedad que la practica.
Las políticas públicas, cuyas características comentábamos en la anterior colaboración, inciden en trasformar la convivencia social y su estabilidad. Nuestra Constitución Política nos otorga la garantía de libre tránsito, pero definitivamente no da el derecho a usar un automóvil a costa de dañar el ambiente o afectar a los conciudadanos. Lo dijo Juárez: el respeto al derecho ajeno es la paz. Así, tenemos derecho a un ambiente sano y a gozar de salud en nuestro organismo y las actividades que otros realicen afectando nuestro derecho deben ser intervenidas o reguladas. Esto último es la esencia de la declaratoria de contingencia y las restricciones en la circulación de vehículos y otras acciones.
Las declaratorias de contingencia, exageradas o no, tanto en el Valle de México como en el Valle de Toluca, solo son síntoma de que las autoridades están siendo rebasadas en su actuar, no solo para preservar el ambiente sino para evitar daños a la salud de los gobernados.
Las redes de monitoreo de la calidad del aire deben de fortalecerse, en especial la del Valle de Toluca. En su oportunidad manifesté la mala ubicación de las estaciones que genera cierto sesgo en los datos que se acopian y la accesibilidad a los datos debe de simplificarse.
Las acciones para mejorar la movilidad urbana e interurbana se han quedado en buenas intenciones y el uso de la bicicleta no ha sido apoyado. ¿Qué se espera? ¿Qué los humanos caigan intoxicados como ha pasado con las aves?
PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Que no pasen al olvido los días de contingencia, el ardor en ojos, resequedad en garganta, los cielos grises y con bruma. Antes de generar emisiones a la atmósfera por combustión piensa si puedes evitarlas. Instala un calentador solar, camina, usa una bicicleta, comparte tu vehículo para el traslado de compañeros, no fumes, no abuses de la pirotecnia, no quemes basura, no provoques incendios forestales, evita el uso del automóvil, foresta y reforesta, evita la erosión. Todos te lo vamos a agradecer.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Twitter @cuencalerma o por Facebook