Las calaveras de Mandujano

Odas tenebrosas del Sótano   

Padre, mi padre bueno,

te has marchado.

Fuiste alegre, trabajador, honrado.

Un señorón noble y fino.

que a nuestra familia sola ha dejado,

sin tu consejo divino.

Te lloran mis hermanas, tus hijos,

tus nietos, nietas y tus amigos.

Te lloran todos a quienes cariño diste.

Padre amado, mi Roberto, nos quisiste,

de verdad como es debido.

Que mal que con la muerte hayas coincidido.

Esa que se lleva a todos.

Hasta a personas como tú y Pilar, mi madre.

Que me enseñaron a vivir,

a creer, y amarles…

El periodista quisiera escribir “calaveras”,

pero no sabe si le salgan,

porque quiere decirle a la muerte,

que el corazón no es tan fuerte,

sí a quien se lleva no lo merecía

ni como ley de vida,

ni como ley de suerte.

Devuélvenos Catrina,

a la gente buena que te has llevado,

a esos jóvenes, niñas y niños asesinados,

que no merecían ser masacrados,

por balas o cuchillos,

o por la indiferencia de políticos que no dan resultados,

y que brillan por su ausencia.

Dios a esas víctimas no esperaba,

y su partida un gran dolor han dejado.

Malditos criminales y feminicidas,

a ellos son a quienes a tu mortaja hubieras llevado.

Y te confiaré, huesuda amiga,

que si en tu viaje por Toluca, hicieras una visita,

por sus calles caminar tendrías,

pero cuidado si en tu carruaje transitas,

porque son tantas zanjas y baches,

que confundirte podrían,

con las fosas del cementerio,

que habitas.

Ciertamente ganas tendrías,

de ocupar esos lugares con las almas perdidas,

de esa gente absurda que por poder se humillan,

a cambio de “huesos” y unas cuantas monedas malditas.

Ahí están, por ejemplo:

Murat, Pavlovich y Eruviel,

Ruvalcaba, Fayad y Quirino,

Bartlett, Aysa, Cintia López y Del Moral,

Moctezuma, Manuel Vilchis, Sámano, Iriarte, Jair,  

Y hasta Benítez Saraí.

Es el circo de la política,

donde actúan estos y estas calaveras,

payasos, maromeros y gente altanera,

que se enojan porque se les critica,

sólo por usar de guion una mañanera,

cual catecismo de expresión merolica.

Ahí aparece ante sus ojos,

Ricardo Moreno Bastida,

que con gran feria quiso alagarte,

y evitar que al camposanto lo llevaras.

Pero lo tuyo no es el alfeñique,

ni los conciertos costosos,

sino buscar almas por calles sin baches,

ni llenas de hoyos.

Pepe Couttolenc, el del verde,

competencia te hacía.

deshechos de otros partidos,

divertido recogía,

chalecos verdes a todos repartía,

Y al hacerlos firmar su contrato sonreía.

Pero pa’l arcano solo la huesuda tiene trato,

y no se lleva a cualquiera a su regazo,

solo a los más bandidos y avispados.

No debiste llevarte a José Luis Rodríguez “El Puma”,

porque un altar en tu nombre había instalado,

con frutas, verduras y hasta tragos,

veladoras, flotes y de chamorro unos buenos tacos.

Pero eso no conquista tu paladar ni tu hambre,

Se fue directito hasta su tumba,

Ni siquiera te postula, en su mención aparte.

A la gobernante de Veracruz Rocío Nahle García,

la “patas de popote” se torció,

“ligeramente” humedecida.

Quesque el río se le desbordó,

mientras ella el presupuesto en maquillaje invertía,

presumiendo que el lodo nunca ensuciaría

sus costosas zapatillas.

Algo que inquieta a la Patrona,

es enterarse que de la desgracia hacen pepena.

Muchos que serían diferentes con Morena

como el diputado de BC Ramón Vázquez,

que se tomó selfies con los víveres que a Veracruz enviaría,

pero sólo eran cajas vacías.

Igualito como lo hacen otros también,

que presumen desde el congreso su quincena donar,

pero acudir a las zonas en desgracia, nanay…

prefieren una cumbia con la Santanera bailar.

Hay valores entendidos, escenas de alta reputación,

como la Cruz Roja de Toluca,

que hasta Hidalgo y Veracruz se lanzó,

acompañada de reporteros que a la catrina enorgullecieron,

porque además de la nota que cubrieron,

el dolor de la gente sintieron.

Tristemente su esfuerzo no alcanzó,

y ya todos en otro convoy transitan

A la casa de la calaquita,

a redactar sus noticias, como calaveritas.

La muerte canta,

contenta y regocijada,

ya se llevó a muchos,

más de lo que imaginaba.

Salta en Rusia y en Ucrania,

en Israel y la Franja de Gaza,

pero también anda feliz en México,

recogiendo a tantos que murieron

a través de sus aliados siniestros,

policías y gente del gobierno,

delincuentes, cárteles y hasta militares,

todos quienes, por unos pesos,

en barrabases se convirtieron.

Vuela palomita vuela,

aunque antes de volar explícame esto.

¿Por qué te llevas a gente humilde, trabajadora y honrada?

¿Por qué dejas aquí en la tierra a malandros tras el hueso?

No te llevas a Adán Augusto, que de millones goza el mundo.

Tampoco Andrés, menos a Claudia.

Llévate al millonario de Cuernavaca,

Al perverso lloroña. Ese que si lo tocan llora,

que se lamenta por Palestina,

pero que por las masacres en México ni se acongoja.              

Quizá son muchos,

a los que este reportero que te llevaras querría

pero él no decide, menos con unas rimas.

En una de esas te lo llevas a él,

que salvar al mundo practica con su zen.

pero si así fuera, Patas de Ixtle,

Llévame con los de la APYCEM,

los de la Mesa Directiva.

Empieza por las bonitas,

Miriam, Jaymi, Paola, Isabel y las dos lupitas,

y luego llévate a Panta, a Poncho, Horacio, Anuar,

Abiud y a los Christian´s, que de La Luz hicieron oficinas.

Ay pena, penita pena,

a todos y todas te llevas.

y tú camposanto no parece tan santo,

con tanto querubín malvado,

pero que descansen en paz,

aquellos que has seleccionado.

Y si un chance te queda,

empaca a los cafres choferes,

del transporte de Toluca,

a los taxistas de la calle

y los de aplicación que son bien transas,

y si todavía te alcanza,

llévate a los del América…

Para esos, rima no tengo, ni me interesa.

Pero blande tu guadaña en el césped de mi equipo,

que aliados tuyos son mis Diablitos,

para colocar en las vitrinas del Nemesio,

la 12 que nos hace más grandes y divinos.

Y mientras cavas a profundidad,

el último agujero de la noche,

asesta con tu hoz un golpe,

y a todos los del Valle encamina,

a tus demoniacos aposentos.

Para que ahí regacen en paz,

de tanto sufrimiento, que les quebranta Pepe Nader,

el maestro, cuyo sueño era a la prensa unir,

y que amaos los unos a los otros,

al fin pudieran vivir…

Hasta otro Sótano panteonero