EL VALLE DEPORTIVO

Pedro Eric Fuentes López

“Nuestra mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarnos cada vez que caemos”. Confucio.

Para otorgarle la real dimensión de lo que significa y/o representa el fenómeno de la violencia en el ser humano, debemos enfocarnos que ésta condición nos acompaña -lamentablemente- desde los albores de la existencia, y a pesar de que ha sido objeto y sujeto de estudio por multitud de expertos y pensadores a lo largo de la historia, y en cualquier lugar del globo terráqueo, casi siempre encontramos contradicciones en las explicaciones diversas. Por tanto y retomando los viejos apuntes, libros, estudios y más, me encontré, por ejemplo, que Sócrates en la antigua Grecia, afirmaba que la violencia no se origina en principios abstractos, sino que emergió como una modalidad inherente a las relaciones sociales. Es decir, cualquier espacio de interacción humana puede convertirse en un terreno fértil para la manifestación de esta interacción, y el deporte no es una excepción. En tanto, Helio Carpintero, psicólogo español, señala que, lastimosamente se trata de un fenómeno universal y el deporte no es más que uno de los ámbitos en los que se manifiesta. Este vínculo no es nuevo: los primeros registros de este comportamiento asociado al deporte se remontan a las Olimpiadas de la antigua Grecia y a los espectáculos romanos, como las carreras de caballos, donde los espectadores mostraban conductas violentas hacia los participantes. Derivado de lo anterior, también es justo señalar y ponderar que aunque es un tema delicado y más allá de que desaparezca, la violencia en el deporte también ha evolucionado a lo largo del tiempo y como todo, aunque los escenarios y las formas han cambiado, la esencia sigue siendo la misma. En la actualidad, es comúnmente terrible presenciar actos violentos en eventos deportivos, ya sea entre aficionados, jugadores, entrenadores o incluso árbitros y más.

Por eso, siempre he pensado y lo digo con todas sus letras, fuerte y claro, que el deporte, actúa como una válvula de escape para las tensiones sociales. La pasión inherente al deporte, más que en otros ámbitos, fomenta una transformación en el individuo. Este fenómeno de metamorfosis, que se intensifica por la disolución del individuo en la masa, lleva a comportamientos antisociales y bajo el auspicio del anonimato que proporciona formar parte de un grupo numeroso generando una sensación de impunidad, permitiendo que afloren conductas violentas. Sin embargo, también es muy curioso que dicha interacción no se distribuye de manera uniforme entre los diferentes deportes, es decir, disciplinas como el boxeo o las artes marciales, donde es parte intrínseca del juego, raramente se observan altercados entre el público. Por el contrario, en deportes como el fútbol, la frustración derivada de no poder participar activamente en la acción parece exacerbar los conflictos.

Ante esto, desde mi punto de vista, la solución a este severo conflicto, pasa por la educación en valores y el refuerzo del respeto hacia la autoridad. Además, iniciativas como la de Ludus Programming, con su Ludus Games 2025, que busca concienciar y prevenir la violencia desde una perspectiva educativa-deportiva. Es decir, solo a través de un esfuerzo conjunto entre instituciones, clubes, autoridades y la sociedad en general, no tengo ninguna duda de que se podrá reducir esta problemática en el deporte, transformándolo en el espacio de convivencia y desarrollo, tal como se ejemplificó este fin de semana pasado en Lomas Verdes, durante la edición IV de los juegos Ludus, que dicho sea de paso y compartiendo conocimiento, “Ludus” significa “juego”, “escuela” o “entrenamiento” en latín y puede

referirse a varias cosas: una escuela primaria en la antigua Roma, una escuela de gladiadores, un juego de mesa o un estilo de amor lúdico y sin compromiso, así como también está relacionado con el adjetivo “lúdico”, que significa algo “perteneciente o relativo al juego”

Este como muchos otros ejemplos son la claridad del tema. Mientras sigamos en una cruzada para erradicar la violencia de cualquier tipo y en el caso en comento la del deporte, seguro estoy que habremos dado un paso hacia adelante como seres humanos y como sociedad. El combate no es de unos cuantos sino de todos, hoy el ejemplo que presento es por la responsabilidad cívico-deportiva que permitió reunir a un grupo considerable de guerreros atletas en pos de superarse a sí mismos y seguir avanzando a un mejor mañana, con una proyección idónea de calidad de vida en una sociedad inclusiva a prueba de todo. Gracias por tanto LUDUS GAMES. #SOYCELTAWOLF #LAPASIÓNDELOSDEPORTES #QUERERESPODER

Pásenla bien!!!