Detienen en Guerrero a exagente implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa

Ciudad de México.– A once años y un mes de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, autoridades federales detuvieron en Guerrero a Alejandro “N”, alias “El Granito de Oro”, exagente de la Policía Municipal de Iguala, acusado de estar presuntamente implicado en los hechos ocurridos en septiembre de 2014, uno de los casos más dolorosos y emblemáticos de la impunidad en México.

De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, dependiente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el arresto se llevó a cabo el jueves 23 de octubre a las 16:08 horas en territorio guerrerense.

El detenido figura en la lista de funcionarios municipales y presuntos integrantes del crimen organizado vinculados con la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, difundida en octubre de 2023 por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.

La aprehensión de “El Granito de Oro” ocurre mientras las familias de los 43 normalistas continúan demandando verdad y justicia, ante la falta de respuestas definitivas sobre el paradero de los estudiantes desaparecidos.

El pasado 26 de octubre, se cumplieron 11 años y un mes de la tragedia de Iguala, fecha en la que también se informó del aseguramiento de dos funerarias y las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO) del municipio, por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa.

Durante su conferencia matutina de este lunes 27 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó que existen nuevas detenciones relacionadas con el caso, aunque subrayó que antes de hacer pública la información se realizará un diálogo con los padres y madres de los 43.

 “Lo más importante es el respeto a las familias y el compromiso de este gobierno con la verdad y la justicia”, declaró la mandataria.

Con esta detención, el caso Ayotzinapa sigue abierto, marcado por el reclamo persistente de los familiares y la exigencia de que los responsables, tanto materiales como intelectuales, sean llevados ante la justicia.