
EL VALLE DEPORTIVO
- Pedro Eric Fuentes López
- 20 octubre, 2025
- Columnas
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Pedro Eric Fuentes López
No se trata de la meta. Se trata de crecer y convertirte en la persona que puede lograr esa meta. Tony Robbins
¿Qué es sorpresa? Según la IA refiere: es una emoción primaria causada por un evento inesperado, novedoso o extraño. Puede ser positiva, negativa o neutra, y sus manifestaciones físicas incluyen abrir la boca y alzar las cejas. Esta emoción es de corta duración y da paso a otra emoción -como alegría o miedo- dependiendo de la interpretación del evento. Derivado de esto surgen varias aristas por las que todos pasamos, siendo las más benévolas las buenas que las malas, sin embargo, es tan caótico cuando caemos en lo desagradable que se da rienda suelta al caos y con ello, la autoflagelación mental -tan ruda y cruel- que los escenarios imaginarios, en el 85% de los casos, ni siquiera pasa un centímetro de lo interpretado. Sin embargo, existe también la colisión de aquellos momentos que llegan sin anuncio y que en su impacto -en muchas ocasiones- destruye lo más posible a su paso y entonces de lo caótico pasamos a la tragedia, aquella que condena o se introduce de tal manera en nuestro ser que nos hace caer y a partir de ello, es obligación levantarse, sacudirse el polvo, levantar la cara, erguir el tronco, fijar la mirada en el horizonte y echar a andar, no para olvidar sino para que, con la experiencia adquirida y el aprendizaje aterrizado, la conquista de mejores opciones de vida sean producto del bien estar, bien ser, etcétera, y no tan solo de una sorpresa…
El tema me pareció excelente porque el deporte en general es así, de hecho, casi todos los días en las esquinas posibles de las áreas surgen sorpresas diversas y de cualquier índole, lo que genera inevitablemente que haya transiciones sobre todo en aquello que no estaba presupuestado y que de pronto en un preciso momento de fortuna la historia cambie para siempre. Esto ocurre sí o sí, no hay de otra, entonces los vientos de cambio generan alternativas distintas para progresar y no involucionar, por lo que, si tomáramos el ejemplo del deporte en cualquier eje de la vida, soy un convencido de que tendríamos y generaríamos mejores episodios de vida, por ejemplo, hay quienes en su devenir hacen del amanecer un silencio forjador de un motor invisible para seguir creciendo en lo que gustan, practican, desarrollan, planean y ejecutan, porque crecer significa eso y quizás algo más que aún no logro descifrar, pero que espero algún día lo defina, porque eso es la competencia -sea cual sea, de las buenas eeh- esa que es tan natural como respirar con ello, entonces aprender y seguir haciéndolo cada instante como cuando uno era niño donde aprendimos que el significado de talento podría abrir puertas, pero que solo la disciplina nos deja cruzarlas.
A veces las sorpresas son mágicas, son como una mezcla entre esa precisión quirúrgica y hambre perpetua, que te impulsa a no decaer, es aquel momento donde algo cambia, como si cobrara más ritmo, más energía y confianza, aún habiendo pasado o estar en la propia historia no perfecta, pero también eso causa y crea: fortaleza, solo basta seguir aprendiendo a escuchar al cuerpo, pero también a desafiarlo. A transformar la frustración en fuego.
Hay instantes en que, por ejemplo, hay que contener la respiración, porque de pronto es como si todos supiéramos que algo especial está por pasar y gracias a nuestra diversa versatilidad con la que contamos, se siente el corazón que nunca descansa, como ese fuego que no conoce pausa, que hace que uno viva no para brillar, ni para pasajero de un destino, sino fuente de inspiración y logro. Eso, amigos, se logra en ocasiones con un grado de sorpresa…
Pásenla bien!!!