TECNOLOGÍA, FISCALIZACIÓN Y TERRITORIO

POR DAVID COLMENARES PÁRAMO

La fiscalización hace uso de los datos para potenciar su trabajo. Dado que la información es un activo estratégico para toda organización pública y social, las Entidades de Fiscalización Superior (EFS) también reconocen que el uso eficiente de datos no solo optimiza los procesos de auditoría, sino que además enriquece la comunicación de resultados, promoviendo una gestión pública más efectiva y confiable. Esta centralidad de los datos es vital, así como la capacitación de los auditores. 

Es decir, los datos se han convertido en un recurso fundamental para garantizar la integridad, equidad y eficacia en los procesos de fiscalización, fortaleciendo la capacitación permanente, incluso para los gobiernos estatales, municipios, las universidades públicas y a las entidades públicas que auditamos.    

En el pasado, las auditorías dependían en gran medida de procesos manuales, revisiones documentales y muestras limitadas, lo que hacían que el alcance y profundidad de los resultados de auditoría fueran limitados, escandalosos, pero insuficientes. Hoy, el uso intensivo de datos –así como herramientas tecnológicas para su análisis– permite a las EFS auditadas a recibir capacitación preventiva.  Las áreas auditoras, pueden ya reunir volúmenes masivos de información, detectar patrones, identificar riesgos y generar hallazgos con mayor precisión. En esto participan todos, no solo Gasto Federalizado, también Seguimiento, Cumplimiento Financiero y Desempeño, así como fortalecer nuestras áreas forenses. 

Esto da un nuevo perfil de auditorías, con mayor cobertura, menor tiempo y mejores resultados, con un enfoque preventivo en la Nueva Auditoría con más territorio que escritorio. 

Según un informe de la OLACEFS, el empleo de tecnologías digitales y datos ha permitido a las EFS regionales avanzar hacía auditorías más integrales, pasando de enfoques reactivos a modelos predictivos que anticipan irregularidades antes de que se materialicen. De ahí la importancia de prevenir, lo que ha funcionado.

En suma, hay dos espacios de incidencia para un buen manejo de datos en el proceso de fiscalización: el primero es en el análisis de la información, el segundo es en la propia presentación de resultados. Las herramientas de analítica de datos permiten a la ASF realizar análisis múltiples de los recursos públicos, desde el gasto en programas sociales hasta la ejecución de proyectos de infraestructura. 

En la ASF hemos implementado sistemas de analítica avanzada que cruzan datos de múltiples, fuentes para detectar irregularidades, reducir los riesgos y asegurar que los recursos públicos se utilicen en beneficio del pueblo.

Hemos fortalecido, un liderazgo de la ASF, como referente a nivel global, impulsando proyectos como el desarrollo de capacidades en analítica de datos y la estandarización de metodologías para el uso de tecnologías digitales. Nuestras relaciones internacionales, nos permiten sortear crisis como las actuales. Apoyamos a otros países, a nuestros colegas de Intosai, a América Central y fortalecemos las capacidades técnicas de nuestros colegas de América Latina y con un enfoque coordinado para enfrentar desafíos globales. 

Es importante señalar que el potencial de los datos en la fiscalización tiene desafíos:  una débil infraestructura tecnológica, la resistencia al cambio, una débil capacitación; en México, estas limitaciones se han superado con programas de capacitación en analítica de datos y la modernización de los sistemas tecnológicos. Fortaleciendo la capacitación. En suma, la ASF está posicionada como un referente en la región y en el mundo. 

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