
Inicia proyecto bilateral México-EU contra tráfico de armas
- Fernanda Medina González
- 26 septiembre, 2025
- Nacional e Internacional
- Estados Unidos, México, Tráfico de armas
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Texas, EE.UU..– En cumplimiento del acuerdo alcanzado entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y Marco Rubio, secretario de Estado del gobierno de Donald Trump, inició en McAllen, Texas, un programa de capacitación y colaboración entre agentes mexicanos y estadounidenses para contener el tráfico de armas hacia México.
El arranque se llevó a cabo en el Puerto Migratorio Internacional de Hidalgo, con la participación de 10 agentes de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) –tres mujeres y siete hombres–, quienes fueron instruidos por personal del Buró de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en el uso de tecnología y tácticas de detección de armas, municiones, dinero y otros ilícitos.
Durante el ejercicio de demostración, encabezado por Carlos Rodríguez, director del Puerto de Hidalgo, los agentes mexicanos practicaron revisiones en automóviles con apoyo de espejos, guantes térmicos y equipos de rayos infrarrojos, además de aprender técnicas manuales como golpear toldos y puertas, palpar asientos y revisar cofres de motor.
Los aparatos sofisticados, como los escáneres móviles de rayos infrarrojos y rayos X, permitieron a los participantes detectar posibles compartimentos ocultos, incluso en zonas como las bolsas de aire de los vehículos, utilizadas por traficantes para esconder armas o dinero. Rodríguez destacó que, aunque la tecnología es clave, lo más urgente es fortalecer la comunicación en tiempo real entre autoridades de ambos países.
Al evento asistieron medios de comunicación de México y Estados Unidos, además de funcionarios de alto nivel. Por el lado mexicano estuvieron Roberto Velázquez, jefe de la Unidad para América del Norte de la Cancillería; Marcela Figueroa, secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública; y representantes de la Sedena, Marina, UIF y Segob. Del lado estadounidense participaron funcionarios del Departamento de Estado, Seguridad Interior, así como de la DEA, FBI y el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
La cooperación en McAllen busca responder a una de las principales exigencias de México al gobierno estadounidense: frenar el flujo de armas que, de acuerdo con las autoridades mexicanas, fortalecen al crimen organizado y alimentan la violencia en el país.
Las exigencias de México a Estados Unidos sobre el tráfico de armas, que por años han pasado olímpicamente desapercibidas por Washington, forzaron a la Secretaría de Relaciones Exteriores a demandar civilmente a las empresas estadunidenses que las manufacturan, en casos judiciales interpuestos en los estados de Massachussets y Arizona.
Bajo el argumento del gobierno mexicano, las armas estadounidenses son las que empoderan a los cárteles del narcotráfico y a grupos del crimen organizado, además de coadyuvar directamente en los miles de homicidios que se comenten en México relacionados con la violencia e inseguridad que priva en el país.