Asesinan al periodista Salomón Ordoñez Miranda en Cuetzalan, Puebla

Cuetzalan, Méx.- El periodista y fotógrafo Salomón Ordoñez Miranda, conocido como “Shalom”, fue asesinado la noche de este lunes en un presunto ataque armado ocurrido en la localidad de Pahpatapan, en el municipio de Cuetzalan, en la sierra norte de Puebla.

El Ayuntamiento de Cuetzalan confirmó el crimen en un comunicado oficial, donde informó que los hechos se registraron en la privada 15 de Mayo y aseguró que colaborará con las autoridades correspondientes para esclarecer el caso.

“A este momento, el asunto está siendo atendido por la Fiscalía General del Estado de Puebla para esclarecer lo sucedido y llevar al o los responsables ante las instancias correspondientes para su sanción”, indicó el gobierno municipal.

Sin embargo, a más de 12 horas del ataque, ni el gobierno del estado ni el gobernador Alejandro Armenta han emitido pronunciamientos sobre el asesinato de Ordoñez Miranda, lo que ha generado críticas entre colegas del comunicador y organizaciones defensoras de la libertad de expresión.

Según testimonios de vecinos, sujetos armados dispararon a quemarropa en al menos dos ocasiones contra el periodista, para después huir del lugar. Ordoñez fue trasladado aún con vida a un hospital, donde falleció a causa de las heridas.

Algunos medios locales han señalado posibles deficiencias en la atención de emergencias, ya que los servicios médicos habrían tardado más de una hora en llegar. No obstante, en su comunicado, el Ayuntamiento aseguró que personal de Seguridad Municipal y paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) acudieron “de forma inmediata” tras recibir la denuncia.

Hasta ahora no se ha confirmado si el crimen está relacionado con su labor periodística o si fue víctima de la creciente inseguridad en la región. Periodistas locales han exigido una investigación seria, protección para los comunicadores de la zona y una postura clara por parte de las autoridades estatales.

Ordoñez Miranda era ampliamente conocido en Cuetzalan por su trabajo como fotógrafo y cronista de la vida cotidiana del municipio. Su asesinato se suma a una preocupante lista de agresiones contra la prensa en México, considerado uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.