
HACIENDO PLANES
- Jimena Bañuelos
- 23 junio, 2025
- Columnas
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Bienvenido sea el verano. A los que nos gusta la estación estival ya estábamos deseando que llegara y por fin está aquí. Lógicamente, ésta no está exenta de críticas porque el calor, es cierto, que no agrada a todos. Eso sí, la palabra “vacaciones” nos saca una sonrisa unánime. Sin duda, esta estación está llena de planes porque el ocio cobra un protagonismo esencial. Programar esos planes para los meses venideros es una opción, aunque la improvisación es otra alternativa. Es una muestra muy clara de que la ansiada normalidad va perdiendo terreno.
El calendario nos presenta el verano celebrando el día de la música. De hecho, es la época de los festivales. Ésta siempre me acompaña y no entiende de estaciones. Ella ha puesto banda sonora a cada instante de mi vida. No me defino por un estilo en concreto porque cada uno tiene su momento. Además, “la música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero que no puede permanecer en silencio” como dijo Víctor Hugo. ¿A quién no le ha pasado alguna vez que una canción habla por nosotros mismos? Ahora es la época de buscar la canción del verano. Aún es pronto para saber cuál será la elegida, aunque, cada uno tendremos nuestra preferida. El criterio individual siempre se impondrá al general. Las circunstancias personales son muy determinantes. Quedan muchas experiencias por vivir y, quizás, en cada una de ellas pongamos una banda sonora distinta. La vida nos permite construir nuestros propios recuerdos al dictado de lo que hemos sentido. Siempre será mejor dar rienda suelta a esos sentimientos que estandarizarlos.
Con el verano, llega también, una noche mágica: La famosa noche de San Juan. Una velada especial, llena de rituales. Se trata de disfrutar del día más largo y, precisamente, de la noche más corta. Esta fecha es especial en Alicante porque celebran sus fiestas patronales y aunque por todo el territorio español se encienden hogueras, en esta ocasión me centraré en las playas de Levante porque fue allí donde por primera vez, hace muchos años, salté mi primera hoguera. Con hogueras o sin ellas, en la noche de San Juan siempre se pueden pedir deseos. Todos los tenemos y cumplirlos siempre produce una satisfacción inigualable. A los malos augurios hay que alejarlos y se crea o no en esta magia, lo importante es pasar y disfrutar de esta fiesta en compañía de las personas a las que quieres.
Eso sí, si hablamos de fiestas es bueno tener a mano el santoral porque después viene San Pedro y San Pablo, San Fermín, Santiago… No habrá olas de calor que puedan impedir aprovechar el verano al máximo. Es una necesidad olvidar la rutina ya sea en la montaña, en la playa o en ese paraíso personal en el que somos auténticos y por unos días nos centramos en nosotros mismos. Esto habría que hacerlo más a menudo porque la vida pasa y no nos damos cuenta. No olvidemos a Walt Whitman, de hecho, hasta el famoso profesor Keating en “El club de los poetas muertos” lo tenía como referente: “Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta…” En definitiva, Carpe Diem.
La vida es ahora, con calor o sin él.