
Entre 12 y 15 millones de mexicanos carecen agua potable
- Laura Velásquez Ramírez
- 20 junio, 2025
- Estado de México
- Agua potable, EdoMéx, mexicanos, Toluca
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Toluca, Méx.- De acuerdo con el Consejo Nacional de Estadística y Geografía (Coneval), entre 12 y 15 millones de mexicanos presentan carencia de agua potable. Esta condición empeora frente a la brecha de disponibilidad en las distintas localidades; mientras en las grandes ciudades la mayor parte de la población cuenta con suministro diario, en el otro polo hay zonas rurales que reciben agua por tandeo. Los estados más afectados son: Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango y Nuevo León.
Y es que, la sobreexplotación de acuíferos, el crecimiento poblacional, la contaminación y el cambio climático son factores que agravan esta situación, poniendo en riesgo la disponibilidad de agua para el consumo humano, la agricultura y la industria. En este sentido, una de las soluciones clave para mitigar la crisis hídrica en México es el tratamiento eficiente de aguas residuales.
La reutilización de agua tratada es una manera de reducir la dependencia de fuentes naturales y disminuir la contaminación en ríos y lagos. Con la implementación de tecnologías avanzadas de tratamiento es posible devolver líquido de calidad a los ecosistemas o reutilizarlo en actividades agrícolas y urbanas.
Existen opciones versátiles y accesibles que pueden representar un cambio significativo en el tratamiento de aguas residuales al emplearse de forma adecuada y conforme a las regulaciones establecidas.
Por ejemplo, el sulfato de cobre es un insumo adaptable que funciona como alguicida y antimicrobiano para eliminar microorganismos no deseados, ayudando a controlar algas y bacterias en cuerpos de agua. Su capacidad para inhibir actividades enzimáticas y transportar electrones lo hace efectivo para mantener la calidad del agua. Su uso debe ser controlado, ya que su aplicación en concentraciones elevadas puede ser tóxico para organismos acuáticos como peces, plantas y algas.
De la misma forma, el carbón activado es un material muy flexible y esencial en la industria. Gracias a su alta porosidad y gran superficie interna (hasta 1000 m² por gramo), puede adsorber eficazmente contaminantes como metales pesados, compuestos orgánicos y microcontaminantes en las aguas residuales.
Su funcionalidad depende de factores como el pH, el tiempo de contacto, la concentración de contaminantes y la temperatura. Una ventaja importante de esta sustancia es que puede regenerarse mediante procesos térmicos o químicos, permitiendo su reutilización y reduciendo costos e impacto ambiental.
El uso combinado de carbón activado y sulfato de cobre en los sistemas de tratamiento de aguas residuales es una estrategia efectiva para mejorar la calidad del agua, reducir la contaminación y promover la reutilización en México. Implementar tecnología, en un contexto de crisis hídrica, donde optimizar los recursos y minimizar el impacto ambiental es prioridad para marcar una diferencia significativa en la conservación del recurso hídrico en el país.