
SANAR HERIDAS DURANTE LA CUARESMA 34
- Daniel Valdez García
- 7 abril, 2025
- Columnas
- 0 Comments
Lunes V de Cuaresma
Sacerdote Daniel Valdez García
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy 7 de abril es el día mundial de la salud. Proseguimos en nuestro esfuerzo por sonar heridas en este tiempo de cuaresma.
Nos encontramos en la etapa final de la Cuaresma. Que estos últimos días sean una oportunidad para renovar nuestra esperanza, buscar la reconciliación y servir con amor.
Quisiera compartir con ustedes, como lo hago con mis amigos más cercanos: con sinceridad, respeto y un profundo cariño.
Del libro del Profeta Daniel 13, 41c-62: En aquel tiempo, la asamblea creyó sin cuestionar a los ancianos que calumniaron a Susana, condenándola a muerte injustamente. Sin embargo, Susana clamó al Dios eterno que todo lo sabe. Y el Señor, al escuchar su clamor, movió a un joven llamado Daniel a intervenir valientemente. Daniel demostró la falsedad de los testigos mediante su perspicaz interrogatorio, revelando la injusticia y salvando así la vida inocente de Susana. En este acto, Dios nos muestra que siempre es posible rectificar el error y buscar la verdad.
Sobre el Evangelio según San Juan 8, 12-20: Jesús proclamó: “Yo soy la luz del mundo; quien me sigue no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida”. Sus palabras no solo fueron guía para sus oyentes en aquel tiempo, sino que siguen siendo un faro para nosotros hoy. Nos invita a dejar atrás los juicios superficiales y buscar siempre la luz de la verdad y la profundidad del espíritu.
Hoy en día, es vital cuestionar cómo juzgamos a los demás. ¿Es solo una primera impresión lo que pesa? O quizás nuestros prejuicios nos nublan la vista. Al igual que los ancianos y líderes de entonces, podemos errar cuando juzgamos a través de una lente distorsionada. Jesús nos llama a ver más allá, a apreciar y respetar a los demás como lo hacemos con nosotros mismos. Él, la luz del mundo, nos ofrece la claridad para alejarnos de las tinieblas de nuestros prejuicios.
Así que, les animo a abrir sus corazones y mentes. Dejemos que la luz de Jesús nos guíe hacia un entendimiento más profundo y una conexión más auténtica con aquellos que nos rodean. En este viaje de Cuaresma, que nuestra transformación sea tangible y significativa.
Amén, Señor Jesús.