
SANAR HERIDAS DURANTE LA CUARESMA 15
- Daniel Valdez García
- 19 marzo, 2025
- Columnas
- 0 Comments
Miércoles 19 de marzo: Solemnidad de San José, esposo de la Virgen María
Sacerdote Daniel Valdez García
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
En este tiempo de Cuaresma, un periodo dedicado a la penitencia, conversión y oración, celebramos la Solemnidad de San José, esposo de la Virgen María.
La profecía de Natán (2 Samuel 7, 4-5.12-14.16) nos recuerda la promesa de Dios a David: engrandecer a su hijo y consolidar su reino: “yo seré para él un padre y él será para mí un hijo, tu reino será ante mí para siempre”.
San Pablo, en su Carta a los Romanos (4, 13.16-18.22), nos habla de la promesa hecha a Abraham, quien crreyó y esperó con fe en aquello que superaría generosamente sus esperanzas.
El Evangelio de San Mateo (1, 16.18-21.24) detalla la experiencia de José, que al enterarse del embarazo de María, quiso repudiarla en secreto. Sin embargo, un ángel de Dios se le apareció en un sueño, y él obedeció. En la misa de hoy se destaca a José como un “fiel y prudente servidor”, encargado de cuidar a Jesús como verdadero padre.
Para reflexionar, les comparto tres puntos:
- José en las Genealogías: Nos llama la atención que en san Mateo san José aparece como el hijo de “Jacob” (Mateo 1,16); y en el Evangelio de Lucas, su padre aparece como “Elí” (Lucas 3,23). ¿Mateo y Lucas tenían información diferente? Eusebio en su obra “Historia Eclesiástica” (1: 6: 7) nos dice que “Julio el Africano, nativo de Israel, registra la información proporcionada por la familia restante de Cristo en su época. De acuerdo con la genealogía de su familia, el abuelo de José, Matán (mencionado en Mateo) se casó con una mujer llamada Estha, quien le dio un hijo llamado Jacob. Después de la muerte de Matán, Estha se casó con su pariente Melquí (mencionado en Lucas) y le dio un hijo llamado Elí (casarse con parientes era común entre los judíos en este momento). Jacob y Elí eran así medio hermanos. Elí murió sin hijos, por lo que Jacob se casó con su viuda y engendró a José, que era biológicamente hijo de Jacob, pero legalmente hijo de Elí”.
- José, el Nuevo Patriarca: San José es fundamental para la salvación y la Iglesia como protector de la Sagrada Familia. La tradición nos muestra a José como un “tektón” (artesano), cuya significación va más allá de un carpintero. Su fe es ejemplar, similar a la de Abraham, creyendo y actuando contra toda esperanza.
Como Abraham, él no llevaba todas las seguridades de la vida, asume un camino de aventura, solo le acompaña en el corazón una seguridad, que Dios es su compañero. Y se atreve a salir y enfrenta un sin número de problemas, pero él sigue siendo fiel. San José es patriarca de la fe. él no tenía todo a la mano, ni tenía todo para entenderlo y comprenderlo. Siempre se enfrenta al misterio de la presencia de Dios. - José es maestro de oración: 3. San José nos enseña la importancia de la interioridad en la oración. En tiempos donde el ruido y la distracción abundan, pidamos a San José nos enseñe la gracia de la interioridad, el don de la introspección. Santa Teresa nos aconseja tomarlo como maestro de oración para alcanzar una relación más cercana con Jesús y María.
Santa Teresa es invocada y proclamada por la Iglesia como maestra de oración o maestra de ejercicios espirituales. Ella nos aconseja, sin embargo, que tomemos a San José por maestro de oración, sin temor a equivocarnos en el camino: “Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo (José) por maestro y no errará en el camino” (V 6,8). según enseñanza Santa Teresa, San José está agraciado para darnos su mano y conducirnos a una relación con Jesús y con María, en clima de familia; nos invita acostumbrarnos a San José desde la simpatía, el cariño y el aprecio, propone a quienes quieran ser “personas de oración” o bien a quienes les cuesta orar y lo desean, o “quien no hallare maestro que le enseñe oración”.
Amén, Señor Jesús.