
EL VALLE DEPORTIVO
- Pedro Eric Fuentes López
- 10 marzo, 2025
- Columnas
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Pedro Eric Fuentes López
El ejercicio debería ser entendido como un atributo al corazón. Gene Tunney
El tema de por sí es hostil, incómodo y hasta peligroso -bastante- desde el cristal con el que se mira. Para muchos es sinónimo de debilidad y para otros es superioridad. En múltiples ocasiones lleva consigo lo que hasta nuestros días ha imperado y lo peor, que es más en estos tiempos complejos, de incertidumbre, miedo, egoísmo y soberbia. Tiempos de abandono de valores esenciales y de refugio en lo banal. Lo dicho aplica a personas, a grupos, núcleos y varios -muchos- sectores de la sociedad, para no solamente darnos cuenta con muestras de segmentación radical en todo sentido y en cualquiera de las esferas de vida misma, que por ejemplo, lo que vale para uno, sirve para muchos y debería importar a todos, especialmente cuando se trata de una reflexión inteligente, madura, concisa, pero sobre todo, realista y efectiva. Me explico.
Cuando en una sociedad como la nuestra estamos obligados a prescindir de lo superfluo, a dejar de fingir, a concentrar nuestra energía en lo que le importaba de verdad, generar alternativas de cambio efectivas, consumo de buenas relaciones y acorde a los cambios, es cuando más se tacha a quien o quienes lo intentamos, de contrarios, de retrogradas y salen entonces como por arte de magia, todas aquellas personas que se acomodan en eventos sociales dizque para dar rienda suelta a sus creencias. Y es ahí, cuando en la adversidad, uno y varios sacan a flote mucho de lo mejor que uno tiene, y entonces se produce una auténtica auto- ayuda para identificar que las relaciones verdaderas, las amistades y las uniones creadas y conquistadas son las que perdurarán.
¿Qué tiene que ver el deporte en esto? Pues que para obtener buenos dividendos e influencia directamente positiva en la población, hacer, practicar, promover, difundir y defender el acceso a la práctica del deporte, genera alternativas de cambio reales y conscientes, y sí ya sé que muchos dirán que es una falacia, pero entonces valdría la pena y convendría en nuestro país y nuestros entornos reflexionar sobre nuestros alcances y fracasos, así como de las múltiples maneras que hemos usado para no reconocerlos, superarlos y aprender de ellos. Aceptar que bajo el amparo en el mito de que siempre es lo mismo y no hay cambio, es tan vano como el recuso de los mitotes que congregan a miles que en lugar de hacer deporte, desaprovechan la valoración del tiempo y generan hostilidades, agresiones escondidas y generando más caos. Sin duda, creo, que todos en su momento hemos carecido de la imaginación para entender la problemática real y en consecuencia de argumentos válidos para convencer a otros… de que las cosas tienen que cambiar, en donde el deporte, la educación, Cultura Física y Salud, son los ejes rectores renovadores de alternativas eficaces para erradicar el tejido social que tan dañado se encuentra y, luego entonces, uno de estos días esto y más cambiará y tendremos un sistema deportivo nacional efectivo, de alto impacto, donde México será distinto y mejor…
Pásela bien!!!