
AHORA, ATLETI, AHORA
- Jimena Bañuelos
- 3 marzo, 2025
- Columnas
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“Jugadores, jugadores. Hemos venido a ganar. Que se enteren los vikingos, quien manda en la capital”. Cantando esto acabó la afición rojiblanca el pasado sábado tras conseguir sumar los tres puntos ante el Athletic de Bilbao. No fue un partido fácil, pero los de Simeone saben que tienen que pelear hasta el final y su afición está ahí para arroparlos en las buenas y en malas. No importa que haga frío, que llueva o que el viento azote los rostros porque los colchoneros están preparados para todo, sólo quieren gritar los goles de los suyos y cosechar muchas victorias.
El famoso ‘partido a partido’ ha llegado hasta hoy. Será en la ida de los octavos de final de Champions donde los vikingos y los indios se vean las caras. Ya sabemos que los colchoneros acudirán a Concha Espina en autobús, no es necesario que Simeone se lo repita a los periodistas que intentan buscar un titular fácil. Por todos es conocida la rivalidad entre los dos equipos, pero la diosa Fortuna ha querido que vivamos una eliminatoria de infarto. Es cierto que sólo puede quedar uno, pero por delante hay muchos minutos de fútbol por jugar y está claro que todo puede suceder. No negaré que si hay que apostar al mejor siempre éste lucirá unas preciosas rayas rojiblancas. Las cosas como son. Ese sentimiento que no se puede explicar se fortalece cuando hay un derbi por delante contra el eterno rival.
Hay algo más que el pase a la siguiente fase en juego. El cara a cara entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid no es un partido cualquiera, solo hay que preguntar a los aficionados colchoneros por su opinión sobre los merengues. Los fantasmas del pasado se quedan en el pasado, porque el presente es hoy y de nada sirve intentar remover lo que ya ha sucedido.
Quedan unas horas para que comience el partido con mayúsculas. Quiero que el Atleti le dé una alegría a mi corazón. Éste está preparado para todo, pero el mejor calmante para las taquicardias es, sin duda, una dosis de goles y una victoria que estará llena de abrazos.Y dicho todo esto, sólo puedo añadir que gracias a esta bendita locura, ya tengo lista la camiseta, el corazón a punto, y las ganas para ver a los rojiblancos derrochar todo el coraje y corazón en el partido de ida, porque está claro que la vuelta en el Metropolitano va a ser inolvidable. La afición espera ver lo mejor de los suyos y estos tienen a toda una afición que lo dará todo por ellos esté donde esté. Ser del Atleti es una forma de entender la vida y ésta, sin duda, se vive intensamente siendo rojiblanco. Orgullosa de mis colores, únicamente puedo añadir: “¡Aúpa Atleti!”