A mitad de la semana

Por: Julián Chávez Trueba

Toluca, una ciudad que empieza a desquiciar

¿A quién no le gustaría que su ciudad se mantuviera libre de baches y con fluidez en el tránsito? A todos, sin duda, ya que es un derecho garantizado constitucionalmente el otorgar a la población la mayor movilidad gratuita posible. Sin embargo, últimamente hemos sufrido todos por la falta de esta garantía. No todo es negativo, como veremos a continuación.

En primer lugar, se ha llevado a cabo el bacheo de manera constante a lo largo del territorio de Toluca, lo cual se agradece, aunque con un sabor agridulce. El problema es que el bacheo se realiza en horas pico, como por ejemplo, los viernes o sábados por la tarde, justo cuando burócratas, godines y estudiantes salen de sus respectivos labores. Esto provoca que avanzar algunos metros se convierta en un verdadero problema, especialmente en vialidades como Pino Suárez, entre Tollocan y Las Torres, o López Portillo y Torres Chicas, así como Alfredo del Mazo, cerca de la colonia Científicos.

Si bien esta nota pretende agradecer a nuestro presidente municipal, también es una sugerencia amable pues sería ideal que se programaran las labores de bacheo con anticipación para que la población pueda prevenirse y tomar vialidades alternas. De esta forma, no sería una sorpresa encontrarse con que Carranza está cerrado cuando se transita por Tollocan. Si querías llegar al centro, podrías haber optado por Gómez Farías o Rafael M. Hidalgo, pero si Carranza está cerrado, no hay opción más que pasar por 100 autos a través de la misma calle de la colonia Altamirano, lo cual resulta materialmente imposible.

Por lo tanto, sería deseable un aviso oportuno, como una lona o un anuncio en redes sociales, para que los ciudadanos puedan tomar precauciones. Otra alternativa sería realizar las adecuaciones durante las madrugadas de fin de semana o por la noche entre semana.

En segundo lugar, las acciones recientes del gobierno municipal han coincidido con las manifestaciones de grupos de protesta que, para llamar la atención del gobierno, bloquean avenidas cruciales como Tollocan, Lerdo o Morelos. Si bien esto es un mal necesario, no debería ocurrir. La solución radica en una atención pronta y efectiva a las demandas de los grupos, o en su defecto, en el despliegue de personal con fuerza pública para mover a quienes obstaculizan el derecho al libre tránsito, (en esta redacción preferimos la primera).

De cualquier forma, ambas situaciones recaen en gran parte en la responsabilidad del gobierno, que, a veces, parece actuar como si se estuviera amarrando la soga y tirando de ella al mismo tiempo. Un claro ejemplo es la colocación de una ciclovía en la calle Isidro Fabela, a sabiendas del importante flujo vehicular que circula por ahí. Esto obliga a los automovilistas a buscar vías alternas, lo que resulta complicado, y en la misma ocurrencia se bachea la colonia Ferrocarriles Nacionales para agudizar más el problema.

Esto demuestra que, poco a poco, Toluca deja de ser la mezcla perfecta entre capital de Estado y ciudad provincial, debido a la falta de planeación y análisis en las acciones públicas por parte de nuestro gobierno, por lo que deseamos que esta sugerencia sea tomada por el

gobierno municipal ya que es generada por las miles de voces que padecemos esto en las calles día con día.