A mitad de la semana

Por: Julián Chávez Trueba 

¿Existe el Estado de México?

Después de casi 6 años de ausencia que se vivieron en el mandato del ex gobernador Alfredo del Mazo Maza, es momento en este ya segundo año de la actual gobernadora Delfina Gómez Álvarez, para notar la existencia nuestro Estado de México.

Surgen en la televisión anuncios publicitarios que invitan a toda la gente esparcida en el territorio nacional, a visitar algún rincón turístico de nuestro Estado, con fabulosos paisajes y experiencias inolvidables.

Estos spots auspiciados por la Secretaría de Turismo que ahora se activa, ejecutan estrategias de atracción visual para los viajeros, reactivando después de más de 6 años, la riqueza cultural, arqueológica, ambiental, ecológica y deportiva del Estado de México, que es bastante a lo largo de toda la región.

Si bien nuestra Gobernadora tiene aún muchos desaciertos, sobre todo en las declaraciones a los medios, de a poco empiezan a notarse algunas acciones gubernamentales en favor de todos, de nuestro Estado y que obviamente, abonan al bienestar de la sociedad estatal.

Ya se dieron pasos sustanciosos en materia de seguridad con la detención de algunas autoridades municipales; ya se dio un buen empujón al transporte con las nuevas rutas modernizadas; ahora en la activación del turismo y la conservación de las zonas culturales; falta entonces alguna acción determinante en una de las materias que la gobernadora conoce plenamente: la Educación.

Hace muchos años los gobernadores del Estado de México se enfocaban en construir nuevas escuelas y centros educativos donde se pudiera tener a la mano un maestro que enseñara, aunque sea lo básico a cada una de las comunidades, con el objetivo de tener cobertura educativa en la mayor parte del territorio estatal. 

Hoy el reto es mantener los centros educativos no sólo en buen estado, sino en un estado óptimo todos y cada una de las escuelas, para que tanto los docentes como los alumnos puedan engendrar todas sus capacidades para el desarrollo de sus competencias. Hacen falta apoyo en la infraestructura, como salones dignos, baños limpios, instalaciones con el mantenimiento adecuado, sin goteras, sin humedad, con ventanas y muebles. Hace falta la tecnología, pero no en innovación, sino en consolidar lo mínimo, como puede ser el garantizar luz, equipos de cómputo útiles y funcionales, tal vez, una red gratuita y eficiente.

Creo que sería infructuoso invertir en programas de pizarrones digitales y pads para todos, porque se vuelven obsoletos rápidamente, no son duraderos y al descomponerse no hay refacciones ni composturas suficientes. Recuerdo ese programa federal durante el gobierno de Fox, en el que a los alumnos les duró el gusto un año, con unos aparatos electrónicos semejantes a las tabletas, además no hubo cobertura de internet y no hubo capacitación ni adiestramiento para los docentes y alumnos en el buen manejo del enciclomedia, que se traducía en un pizarrón electrónico; todo un desastre millonario del cual nadie habla.

Mejor quehacer es asegurar lo mínimo en el funcionamiento de las escuelas pero de manera pareja, sin excepción a todas y cada una de ellas, que no falte nada, desde un lápiz, hasta luz, agua, drenaje, maestros, bancas e internet. Porque en el Estado estamos hartos de programas innovadores que son llamaradas de petate, que funcionan sólo para la foto, dejando en la misma pobreza educativa a la población; preferimos calidad duradera, que proporcione estabilidad en el proceso de enseñanza aprendizaje a lo largo y ancho de nuestro Estado de México.