A mitad de la semana

Propuesta para Maccise y Delfina

Todos estamos siendo víctimas de los baches, cráteres y zanjas que se forman por la mala calidad del asfalto que tenemos por doquier, no importa si es avenida principal, carretera o calle menor, todos sufrimos por nuestras vialidades; y digo que todos somos víctimas porque, por supuesto quienes las transitamos a diario sufrimos, pero también las autoridades tienen que aguantar el embate de los ciudadanos que con justa razón exigimos una mejor calidad en los servicios viales, en la inteligencia de contar con un presupuesto que no perdona a quien lo utiliza sin preocuparse por la eficiencia del gasto.

Pero no todo se acaba con una declaración; “¡está prohibido hacer servicios públicos con corrupción!” porque no se persigue a fondo cada acto de gobierno a pesar de que está prohibido en la Ley; por ello es un elemento que los estudiosos en políticas públicas contemplan en la ejecución de todas las acciones políticas, y por ello, he aquí una propuesta ciudadana.

A fin de que tanto nuestro presidente Juan Maccise y la Sra. Gobernadora, pudieran dejar algún legado muy palpable, directo y objetivo a las futuras generaciones, podrían establecer el mínimo de calidad requerida para los servicios públicos del encarpetado, pero sobre todo mandatar que únicamente está permitido colocar asfalto hidráulico.

Claro, es mucho más caro, e impacta en la extensión de ese encarpetado, pero sin duda resuelve dos cosas: 1. La gente está harta de que por todas partes haya baches, el tráfico se vuelve caótico, y ni las llantas ni el “carter” del aceite se pagan solos, así que es preferible construir un Valle de Toluca de a poco, en unos espacios o calles principales, (como es el caso de Tollocan) sin baches, y otras que se irán cubriendo poco a poco cada año, en lugar de tener el mismo problema cada año en épocas de llluvias. 2. El gasto será el mismo, la extensión bajará, así si de por sí la calidad es mala, por lo menos aseguramos que se coloque poquito asfalto, pero duradero; además de todo, el gasto será problema de los siguientes titulares, podrían dejarlo en la Ley e irse despreocupados, hacer algún candado y dejar que los que vienen se hagan bolas.

Si lo piensan no es mucho, pero por lo menos dejan la semilla de lo que deben hacer las autoridades y permiten a la ciudadanía tener más vialidades como Tollocan que en un pedacito de baja ya tiene más de 8 años sin baches y aguantando el drenaje de la lluvia inclemente.

Claro que si es posible, que dentro de la cadena de la ejecución de los servicios de reencarpetamiento, se pudiera eliminar la corrupción, por supuesto que los beneficios serían inmediatos, aunque claro, si bien resulta imposible, nada se pierde con pedirlo.

La otra propuesta más alejada sería que la Contraloría se hiciera organismo autónomo, dependiente directo de la ciudadanía, no de las cámaras y mucho menos del ejecutivo, así la investigación del gasto no se encontraría ligada a las consideraciones derivadas de las afinidades o grupos de poder, para que, con veracidad y transparencia, se investiguen a fondo todas y cada una de las acciones del ejecutivo; aunque es un sueño, que ojalá algún día se haga realidad.

Hasta aquí la opinión. Saludos a mi estimado Juan Maccise.