A mitad de la semana

**Aguacate: muestra de una gestión**

Hace algunas semanas fue noticia a nivel nacional que algunos inspectores contratados desde Estados Unidos fueron agredidos de manera violenta por el crimen organizado del Estado de Michoacán.

La función de éstos en México es supervisar la línea de logística y la calidad del aguacate mexicano que se exporta a los Estados Unidos. Cabe aclarar que esta es una actividad ordinaria que ha sido un motor de crecimiento desde la firma del Tratado de Libre Comercio, representando 5 millones de pesos a la semana.

Para quienes hemos seguido la trayectoria noticiosa de este incidente, nos queda claro que la conclusión de la noticia fue que, hasta el día de ayer, se reanudaba esta importación de aguacate que había sido suspendida por la violencia que recibieron los inspectores estadounidenses. En el análisis que se le puede dar a la situación presentada, resulta interesante destacar que la solución planteada por la embajada de Estados Unidos y el gobierno de México fue otorgar mayor seguridad a toda la cadena de distribución y, sobre todo, a los inspectores. Sin embargo, lo verdaderamente interesante fue que al finalizar las declaraciones oficiales, el secretario de Agricultura dio una segunda respuesta como atención al problema: “buscar en el mediano plazo que los inspectores estadounidenses sean sustituidos por inspectores mexicanos”.

Lo anterior es notoriamente reprochable, pues dentro de su explicación, señaló que el motivo principal de esta propuesta es que, de presentarse nuevamente violencia hacia los inspectores, ya no se castigue al campo con la suspensión de la exportación de aguacate. Esto hace notar la dimensión con la que nuestras autoridades afrontan los problemas sociales, pues lo que para nuestro país vecino es un acto que debe detener cualquier actividad comercial, para este secretario, aun en presencia de violencia, significa que todos hagamos como que no pasó nada.

Esto refleja la capacidad técnica con la que la autoridad atiende nuestros problemas, sin quitar la suciedad de manera definitiva, y solo barriendo por debajo de la alfombra.

No cabe duda que esta administración federal, aun durante los últimos meses de su gestión, no deja de sorprendernos. Para ellos, los únicos problemas son los que detienen la agenda política y nunca el buscar la mejora de nuestro nivel de vida.