A mitad de la semana

Por: Julián Chávez Trueba

Nuestras Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz en el Estado de México

Un rubro indispensable en la proyección de mejorar en la calidad de vida de una ciudad es dotar de seguridad social a la población, sin embargo, la seguridad suele relacionarse con la paz o viceversa, sin que necesariamente guarden relación entre sí.

Hace algunas semanas, se publicaron noticias sobre las reuniones encabezadas por nuestra Gobernadora Delfina Gómez, en varios municipios del Estado de México, denominadas Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz, en donde se hacía gala de las personas involucradas, entre las que se encontraban el Secretario General de Gobierno, el Secretario de Seguridad, el Fiscal General de Justicia y representantes de las Secretarías de la Defensa Nacional, Marina, Guardia Nacional y del Centro Nacional de Inteligencia.

Como puede apreciarse, se trata de una reunión para atender la INSEGURIDAD y no la PAZ, pues hablar de seguridad implica forzosamente un cuerpo de gendarmería, policías, justicia y personal militar. Por el contrario, la paz tiene dentro de su campo semántico algunos conceptos como construcción del tejido social, resolución de conflictos, estabilidad o bienestar.

En los anuncios hechos por la gobernadora en redes sociales se aprecia que el objetivo de estas Mesas es el implementar estrategias de seguridad para tener un mejor Estado de México, lo cual denota el carácter policiaco y no de construcción social que pretende dársele con ese nombre de Construcción de Paz.

SI la gobernadora pretende implantar paz en el Estado de México a través de vigilancia con policías, lo que está haciendo es un Estado de represión, o contención física, como ha ocurrido en regímenes totalitarios. El hecho de que exista un hombre armado para hacer cumplir la ley, no implica paz, sino una seguridad endeble que dependerá de que este hombre no se mueva de ese lugar.

En este sentido es reprochable que nuestro gobierno estatal actúe de manera similar al federal, con base en ocurrencias, en lugar de estrategias planeadas, programadas y organizadas. Por colocarle el distintivo “PAZ” no hace pacífico el esfuerzo y el incluir a todos los encargados de la seguridad, sí lo vuelve eminentemente con perspectiva de seguridad.

Para que haya paz debe establecerse un enfoque de resolución o de transformación de conflictos y a partir de ahí, determinar los objetivos que se piensan alcanzar, con indicadores medibles a corto, mediano y largo plazo; es decir una adecuada planificación administrativa. Deberán entonces asistir a esas reuniones en lugar de las áreas policiales y militares, las de apoyo social, ecológico, salud, educación y del medio ambiente.

Por cierto, que lo único que existe de la famosas Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz en el portal de gobierno estatal es una foto donde se ven los asistentes, nada absolutamente de proyectos, objetivos, definiciones o por lo menos, de las acciones emprendidas. Lo anterior es indicativo de la poca estrategia con la que se trabaja en el Estado de México.

Ojalá llegara al entendimiento de todos, particularmente al de la gobernadora, que el hablar de Paz debe ser una tilde mercadológica en la burocracia, sino un estudio que merece toda nuestra atención, compromiso y seriedad. Por lo menos Delfina tiene el nombre correcto de la mesa, sólo falta llenarla de los conceptos, programas y de los actores adecuados.