EL VALLE DEPORTIVO

¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo? Vincent van Gogh.

Y considerando la gran incógnita con la que abro hoy, sin duda, sería que habría un espacio-momento-realidad, distinto, diferente del que -incluso- a veces se acostumbran muchos seres, aquel que motiva y agrega una alta dosis de anhelos por cumplir, esos que poseen por momentos la extravagancia y en otros la tranquilidad. Lo extraordinario de ello, es llegar a tener una paz justa en lugar de justiciera, es decir, la complicidad de ser congruente con lo que se piensa, siente, dice, demuestra y más, tiene que surtir el efecto soñado en aras de un mejoramiento en todo sentido, sino, ni al caso, pero eso no significa ni que se queden ciertos periodos obsoletos ya, o que uno se aventure al desorden. No! todo lo contrario, porque en general todos buscamos -de una u otra manera- nuestra propia exaltación, el ser admirados y adorados, y por supuesto formar parte del libro de la historia, aunque, insisto, en muchas ocasiones se digiere como algo triste, y en otras tantas si acaso en cómico, pero soy un convencido de que, lo que se les ofrezca a la comunidad en general, a ciertos sectores de la población, o bien a la sociedad en general, es el hecho de no hacerlos fans de ser desmemoriados o rebeldes sin causa a aceptar una o varias ideas de los sucesos del pasado, pero ojo, esto no quiere decir que tampoco se promueva -y conste que no lo hago, ni lo haré- ser conformista y mucho menos, como unos cuantos que conozco, venerar o adorar escenarios descompuestos, realidades atroces, justificaciones sin ton ni son, improperios en lugar de concertación, agresiones constantes, etcétera, y todo eso con tal de darle aparentemente algo disfrazado o maquillado a la sociedad.

Y más les digo, en la vida como en el deporte, conceptos tales como justicia, libertad, felicidad social, etc., tienen necesaria, obligada y solidariamente que ser ejes centrales que nos funcionen, inclusive hasta de pretextos para construir y lograr un progreso firme, categórico, interesado y parcial que intente imponerse al desorden o caos que nos ha tocado por propios y extraños, al manejo de sus arquetipos de pseudo administraciones que solo han conseguido bien personal, un poco de salpicar a unos cuantos, pero el deterioro y desconocimiento del otro sector, es decir, de todo aquel y aquello que llamamos realidad o mundo. Suelo insistir en eso y quizás hasta el cansancio -lo haré- porque no deja de sorprenderme cómo la intervención de algunas figuras en lugar de aportar, destrozan lo poco o algo que había en aras de un mejor sistema deportivo mexicano, además, apilan un cúmulo de frases hechas a modo para destacar o vituperar -lo más común entre ellos- y simplemente se colocan como los mesías cuando apenas han dejado de mostrarse tal como lo que son y muestras las hay, pero todo tiene vigencia, pronto pasará y al menos yo, seguiré inquiriendo cómo van las cosas y cómo se pueden mejorar, porque es una parte ineludible de la búsqueda del rescate y reposicionamiento del deporte mexicano en general. Yo estoy de acuerdo, y seguramente coincidirás conmigo que, todo se comienza a construir desde casa, desde las raíces, con humildad, con los pies bien plantados en el suelo, con voluntad y entrega, solo entonces a partir de estrategias en común es con lo que se consigue que todos podamos comprender que los resultados deseados se pueden conseguir siempre y cuando se trabaje en aras de mejorar y aportar, no de desmadrar y pudrir.

Las líneas si bien es cierto no son tan novedosas, obedecen a que me di a la tarea de ver y analizar un sistema de mesa de adulación disfrazada para la administración de la CONADE, donde se dijo que la “gestión” estará y quedará en la historia porque los números hablan por sí solos -sic- y todo para que haya continuidad al proyecto que se inició. ¡Nooo mmrrrrrr!, si hay alguien o alguna conducción que defina justamente lo que dije arriba, es ésta, pero hay que ser cínico y tener la estima en la estratosfera para no dar crédito a lo que la población y sociedad deportiva ha padecido y a cambio, infortunadamente, señalan que dejan los moldes para una continuidad. ¡No, por favor! No, gracias. Que después de París, de los JJOO, se hagan a un lado y dejen trabajar a quién y quienes sí saben, y mejor se dediquen a comprobar todo lo que se les ha cuestionado. Sigo con la mesa de trabajo, donde solamente se dedicaron a exponer esos “modelos” de alto impacto, insistiendo en que se deja un trabajo “limpio” y con creces y más aún con el argumento soez al afirmar: “…Ya la vida lo dirá -si fue bueno o no el desempeño al frente- , creo que la expertis y el legado que nos ha dejado la Conade ha sido más aprendizaje, porque más allá de querernos acongojar con tantas auditorías, tanto desgaste, tantos dimes y diretes, nos han hecho el cuero más grueso de conocimiento y de apostar; nos han hecho más fuertes de conocimiento y de temple…” Pero miren si de verdad cree que somos mensos o que no sabemos, aunque sea un poco de esto -no como algunos hasta Doctores de grado que solamente saben copiar y hacer grilla- responder a pregunta expresa de que ¿qué es lo que le falta al deporte en México? Respondiendo: “…Nos falta plan. Porque si ya sabemos que somos buenos en box, desarrollemos más box. Si sabemos que somos buenos en ciclismo, más ciclismo. Hay buen taekwondo, más taekwondo, tiro con arco… Podemos ir abriendo el abanico de más disciplinas. Es más, hagamos plan y estrategia, sí lo tenemos, pero el problema es que todo se lo achacan a la CONADE…”

Que brillante respuesta llena de descubrimiento y delicioso momento de realidad. Patrañas!!! por tanto y más, yo sí aspiro a intentar algo nuevo y mejor!

Pásenla bien!!!