México grande y libre, que sea el mensaje que resuene en “Malinche”: Andrea Bayardo

Madrid, España.- “Es un personaje históricamente muy castigado. Creo que ella no ha tenido el sitio que se merece en la historia de México, ni del mundo. Se le considera una traidora, por eso, la carga energética que trae consigo es importante. A mí lo que más me importa es que ella como personaje y como mujer tenga el espacio que se merece”. Así es como habla Andrea Bayardo de Malinche. No duda en afirmar que es “un reto importantísimo” para ella y, además, destaca que “Malinche fue una mujer esclava que hizo lo que pudo, en el contexto en el que estaba, con las herramientas que tuvo y que fue suficientemente paciente e inteligente para salir adelante en su tiempo”.

Un tiempo que nos muestra a la perfección Nacho Cano en su musical. Un musical que ha tardado, precisamente, demasiado tiempo en ser una realidad. En él hay muchas horas de esfuerzo y eso se nota. Nacho Cano es un trabajador nato y una persona con un talento único. Para Andrea Bayardo, trabajar con él “es una aventura”, pero destaca que es “una aventura maravillosa porque es un ser humano muy creativo, muy testarudo” aunque esto, con una sonrisa, lo dice “para bien”. Es más, y con una mirada de admiración, reitera que “es alguien que cuando quiere hacer las cosas, las hace y las defiende hasta el final y eso es algo que siempre voy a admirar de él. Alguien que tenga la fuerza de llevar adelante sus ideas y de conseguir que la gente crea en ellas y apueste por ellas.” Además, “hay que ser muy flexibles para trabajar con Nacho dentro del positivismo que eso conlleva, es decir, hay que ser positivo para seguir creando sobre la marcha porque para él, el arte es un “working progress” constante. No está terminado nunca nada y eso es un reto como artista porque hay que salir de tu zona de confort”, puntualiza. Por eso, si esta mexicana cuando supo que iba a ser Malinche vivió “un momento muy especial”, tiene bien claro que de Nacho Cano quiere aprender de “esa fuerza” para sus propios proyectos y para su vida.

Sin duda, interpretar a Malinche le va a dar esa fuerza que ella ya derrocha por naturaleza. Se nota que sobre las tablas disfruta mucho y brilla porque no deja indiferente a nadie. Es consciente de que su personaje es muy controvertido, pero lo acepta. Sabe que “cada día el público siempre es distinto”, de hecho, asegura: “Yo, como Malinche, tengo que estar muy preparada para recibir eso, para bien y para mal. Esto, a nivel emocional y a nivel técnico, hace que sea un personaje hiper difícil. Además, la obra es subir y bajar de pirámides, entrar a piscinas, cambiar de vestuario cada vez que sales y hacer un entrenamiento vocal muy específico, porque es una partitura muy aguda y muy al estilo de Nacho Cano, todo con aire, todo con intervalos super largos”. Aun así, no hay nada que se le resista a Andrea Bayardo. Ella misma reconoce: “Técnicamente, me ha retado lo más grande para poder encarnar este personaje con la fuerza que tiene y con la complejidad técnica que hay”. Pues, como humilde espectadora, créeme que superas este reto con creces.

Se nota que el teatro musical le apasiona y es cierto que si le mencionas “soy puro americano, mexicano, español” te dice: “Es algo muy especial porque es una frase muy integradora y creo que ese es el objetivo central de este proyecto”. Es más, con mucha satisfacción recuerda que ella es una persona con ancestros franceses, españoles, árabes e indígenas. Por eso, destaca: “Yo más que mucha gente sé lo que es integrar todas esas raíces y sentirte orgullosa de cada una de ellas”.

Eso sí, si nos centramos en las canciones y en las letras que se cantan en el musical, Andrea Bayardo, Malinche, lo tiene claro a la hora de elegir. Esta mexicana, de Guadalajara, es consciente de que cuando canta “México, grande, libre” se llena tanto energéticamente como espiritualmente. Dice: “Es algo que siento todos los días que necesito enviar a mi país. Es como una energía que yo la vivo con un montón de orgullo a pesar de todos los pesares y siempre quiero que ese mensaje sea el que más resuene: Que México es un país grande, hermoso, libre y mágico”.

Obviamente, los que amamos ese país sentimos que el corazón nos bombea de una manera diferente cuando escuchamos esa canción. Una canción que une y a su vez te hace extrañar al país azteca. Andrea confiesa que al menos va allí una vez al año, aunque siempre que puede vuelve a su tierra. Allí está su familia, sus amigos, sus raíces, su gente. Lleva en España siete años y renunció a muchas cosas por cumplir los sueños.

Es normal que se le ilumine la cara cuando habla de su Guadalajara natal, pero es feliz en Madrid. Su día a día, al margen de Malinche, es de lo más intenso. Reconoce que comienza a hacerse un sitio porque manifiesta: “Empiezo a tener diferentes oportunidades y estoy creciendo como artista y como persona”. Es más, está preparando un proyecto para Movistar Plus. Será Celeste en una serie que se titula igual. No todo es la interpretación en la vida de Andrea. Sin música no puede vivir y a ella le dedica parte de su tiempo. Compone, produce y está a punto de ver la luz su primer álbum. Un álbum que, por cómo habla de él, le pellizca mucho el corazón y no es para menos. De momento, podemos escuchar temas como “Lo Fácil”, “Que te vaya bien”, “Lo que no tengo” o “Malo”, pero pronto “Raicilla” será una realidad y en él nos vamos a encontrar el alma entera de Andrea Bayardo. Su nombre nos explica que “viene de una bebida alcohólica muy parecida al mezcal que solo se hace en Jalisco. Solo se le puede llamar raicilla a ese destilado de agave que se da en Jalisco, que es mi tierra. Me pareció una palabra muy bonita porque evoca a raíz y, además, es una bebida de mi casa.” Asimismo, en el disco hay una canción con ese nombre que aclara: “Habla precisamente de ser migrante y de cómo incluso estando lejos siempre tienes una sensación de estar ahí y que la nostalgia cuando tú te vas de tu casa se vuelve tu mejor amiga”.

En definitiva, en “Raicilla” nos encontraremos todo lo que ha marcado a Andrea Bayardo. En él, nos explica “se fusiona tanto mi historia personal como mi historia sentimental, familiar, como toda la influencia musical y geográfica a la que me he visto expuesta desde que decidí irme”. Es cierto que está lejos de Jalisco, pero sigue siendo muy fan del mariachi. Un sueño cumplido fue interpretar en la mítica Puerta del Sol de Madrid, con el Mariachi Vargas, “México Mágico”. Afirma con una sonrisa de oreja a oreja: “Es un mariachi que yo admiro desde niña. Es el mariachi con mayúsculas. Yo canto mariachi desde los seis años y cantar con el Vargas…” Esos puntos suspensivos los deja en el aire Andrea porque es lo que le produce ver como los sueños se convierten en realidad.

Soñar forma parte de la vida, le gustaría hacer muchos duetos y ojalá te veamos cantar, por ejemplo, con Jenny and The Mexicans, David Aguilar o María Campos, entre otros. Es complicado que lo hagas con Juan Gabriel, a quien admiras, o con Rocío Dúrcal, porque ya no están; pero sus temas son eternos en el tiempo. Sé que nunca te cansas de escuchar a Lola Beltrán, pero es verdad que me gustaría verte cantar sobre un escenario no solo “Raicilla” sino “México lindo y querido”, “La Tequilera”, “Paloma Negra”, “Cucurrucucú Paloma” o “Te solté la rienda”.

Todos sabemos que sin música la vida sería un error. Como definición para la vida, no está nada mal. Si de definiciones hablamos, Andrea Bayardo se califica en términos argentinos como una persona “manija”. Tiene mucha energía y siempre está haciendo cosas. Es ambiciosa en el buen sentido de la palabra. Es conciliadora y diplomática. Le gusta siempre ver el lado bueno de las cosas. Quizás, su impaciencia sea su punto débil. Me voy a permitir añadir que Andrea Bayardo es una mujer que sabe lo que quiere y que pelea por lo que le hace feliz. Su eterna sonrisa es contagiosa. Ella igual no lo sabe, pero sí lo notamos los que hemos estado cerca de ella. Cree que es muy importante el diálogo interno y los mensajes que mandamos a nuestro cerebro, y no le falta razón. En la vida tiene que haber esa conexión interna y externa. Ese no es su lema de vida, pero sí la forma con la que afronta su rutina como Andrea y como Malinche.

A estas alturas, el tiempo ha volado y ya nos queda poco del agua de Jamaica que tanto nos gusta a las dos. También le he confesado a Andrea lo que México significa para mí, pero sin duda, nadie mejor que ella para invitar a los españoles a visitar su país. Y a los que pueden tener miedo a la inseguridad que se vive al otro lado del charco les dice: “México es un país riquísimo en tantas cosas… Yo tengo familia desde el norte hasta el sur y lo conozco casi entero y necesito que la gente lo conozca como yo. La mejor manera de conocerlo es a través de la gente buena, que es muchísima más que la gente mala. La gente buena te va a recibir con una sonrisa, con comida deliciosa y llevándote a conocer la naturaleza impresionante que está en cualquier rincón de mi país. Puedes tener desde una ciudad muy cosmopolita, con todas las facilidades, entretenimientos, lujos del mundo, como es la Ciudad de México; a lugares super espirituales, ancestrales, naturales, como Yucatán, Oaxaca, algo más tradicional con lo que hay en mi ciudad: Guadalajara. México es muchísimo más que las malas noticias. México es gente buena y naturaleza hermosa”.

Simplemente, no se puede añadir más. Ella, mejor que nadie, ha descrito su tierra. La nostalgia puede ser suspiros, su raicilla, pero lo dice de corazón y las palabras que este dicta no pueden ser cuestionadas.

Andrea Bayardo es Malinche bajo la dirección de Nacho Cano, pero Andrea Bayardo es mucho más. Con permiso de Nacho Cano, puedo decir que su Malinche, llamada Andrea, lucha por ser quien es, porque la vida es su pasión y quiere de ella no solo ser feliz, sino disfrutar en todo momento con lo que hace. Proyectos no le faltan a Andrea Bayardo e ilusión y tenacidad tampoco. Ahí está el principio del éxito, pero lo más importante de todo es su humildad, su amabilidad y su cordialidad. Esos valores hacen que esta “Malinche” luche por seguir cumpliendo sueños, unos sueños que espero podamos disfrutar todos a cada lado del charco.

México es mágico y Andrea Bayardo también.