En México, sólo 58.6% de la población ahorra activamente

Ciudad de México.- A finales de cada año, los trabajadores reciben pagos como el aguinaldo y la caja de ahorro, entre otras prestaciones. La mayoría utiliza estos recursos para saldar deudas, o realizan gastos no planificados, impulsados por la euforia de las fiestas decembrinas. Luego, al llegar enero, se enfrentan con la dificultad de cubrir gastos fijos como predial, luz o agua. Es por esta razón que la educación financiera se convierte en una herramienta esencial para sobrellevar esta etapa de manera inteligente y responsable.

En México, la principal forma de ahorrar dinero es en efectivo, seguido de las cuentas bancarias y, posteriormente, las aplicaciones móviles (apps). De acuerdo con la CONDUSEF, en cuanto a la administración de los recursos, 79.5% de los adultos no realiza un presupuesto familiar, en contraste con 11.5% que siempre lo hace y 9% que lo hace ocasionalmente. Los préstamos entre familiares y amigos son la forma más común para obtener recursos en una emergencia (67.4%), seguido de empeñar bienes (53.3%), usar ahorros (34.9%) y pedir adelantos de sueldo (22.4%).

Los expertos del programa de educación financiera y negocios de Aprende y Crece de Banco Azteca recomiendan seguir unos sencillos consejos para reducir tus problemas financieros al inicio del año:

1. Evaluar y reflexionar: El primer paso para enfrentar la cuesta de enero es realizar una evaluación honesta de los gastos realizados durante esta época. Reflexionar sobre las decisiones financieras pasadas permite poder identificar áreas de mejora y establecer metas claras para el futuro.

2. Elaborar un presupuesto realista: Es crucial crear un presupuesto que refleje de manera realista tus ingresos y gastos. Establecer límites definidos para cada categoría de gasto, como alimentación, entretenimiento y regalos, es vital para prevenir excesos. Dar prioridad a las necesidades sobre los deseos juega un papel clave en el mantenimiento del equilibrio financiero. Por medio de la gestión cuidadosa de tu presupuesto, puedes identificar y eliminar gastos superfluos o menores también conocidos como “gastos hormiga”.

3. Planificar a largo plazo: La educación financiera implica más que solo gestionar los gastos del mes en curso. Desarrollar un plan financiero a largo plazo que incluya metas de ahorro y estrategias para manejar futuros periodos de gastos elevados, es vital. Esto no solo proporciona una mayor estabilidad financiera, sino que también ayuda a reducir el estrés asociado con la gestión del dinero.

4. Aprovechar ofertas y descuentos: Durante las temporadas de rebajas y descuentos especialmente después de las festividades, es recomendable aprovechar las ofertas para comprar productos necesarios a precios más bajos. Sin embargo, es importante mantener el control y no dejarse llevar por la emoción de compras impulsivas.

Cada persona puede aportar a su bienestar financiero tomando decisiones conscientes que favorezcan el ahorro a mediano y largo plazo. No es sólo un tema de ingresos o educación financiera; se trata de evitar gastos excesivos que puedan comprometer el patrimonio familiar.