MÁS LUCES QUE SOMBRAS

Esta semana damos la bienvenida al último mes del año. Ahora sí que estamos en la recta final de un 2023 que estará marcado por sus luces y sus sombras. Es cierto que la cuenta atrás para la Navidad ha comenzado, pero a juzgar por como estaban las calles de Madrid el pasado fin de semana parece que estas fiestas se fueran a celebrar mañana.

Un mañana que parece inmediato pero no lo es. El encendido de las luces provocó que todos quisiéramos ver el cambio que éstas producen en la ciudad. No falta la tradicional bola gigante pero hay más de una novedad. Eso sí, las compras que tampoco falten porque más de uno ha aprovechado para cumplir con los regalos que dejará debajo del árbol o cerca de los zapatos en el mes de enero. Vivimos un presente con muchos tintes de futuro cuando el presente se nos escapa por pasar, en muchas ocasiones, demasiado deprisa el calendario.

Un calendario que apenas tiene hojas que arrancar. El tiempo pasa muy deprisa y nosotros vamos escribiendo esa historia personal que nos moldea y nos forja nuestro carácter, nuestro estado de ánimo… en definitiva, nuestra personalidad en todos los sentidos. Nos vamos adaptando y aprendiendo de todas las experiencias que vivimos y, por eso, aunque se acerque una época del año que tiene muchos detractores y muchos apasionados, lo cierto es que también forma parte de esa historia que vamos escribiendo.

Y escribiendo página a página, la vida va forjando una historia que depende de nosotros mismos que ésta sea una comedia o un drama. Es cierto que no todo puede ser ideal o positivo, pero aprender a quedarse con la parte positiva de ese drama que pueda aparecer también es fundamental para afrontar el futuro con una lección aprendida que, sin duda, habrá marcado un antes y un después.

Y dicho esto y con la Navidad a la vuelta de la esquina, los villancicos ya sonando y la gente embriagada por un algo que no puedo describir, arrancaré la última hoja del calendario con la esperanza de que diciembre le dé un broche de oro a este año. Todavía me quedan muchos sueños por cumplir, pero estos no tienen fecha de caducidad, por eso, la ilusión sigue viva y la esperanza también. Las fechas son importantes en muchos casos pero los deseos no se rigen por ellas. Estoy convencida de que lo que tenga que llegar lo hará, no sé si será más pronto que tarde. Hasta entonces, lo principal en mantener la llama de la ilusión viva como al principio. No siempre es fácil pero la fuerza siempre es una buena aliada. Apuremos lo que nos queda del año y soñemos con un uno nuevo mejor.