GRILLANDO

¿Qué calidad humana puede tener un hombre que no ve por sus hijos? La respuesta es sencilla, pues ese tipo de miserables no tienen un gramo de calidad humana, al contrario, son parte de un círculo vicioso en nuestra sociedad, ya que desatienden a sus pequeños y dejan solas a sus madres, algo en lo que las autoridades han trabajado desde hace tiempo, pero que lamentablemente sigue siendo insuficiente.  

Esta semana la diputada KARINA LABASTIDA SOTELO, propuso en el Congreso mexiquense diversas reformas que forman parte de la “Ley Sabina”, con la intención de que los deudores alimentarios cumplan con la obligación de satisfacer las necesidades de sustento y supervivencia de sus hijos, por lo que uno de los requisitos para ocupar un cargo de representación popular es que no estén inscritos en el Registro Nacional de Obligaciones Alimentarias, de lo contrario no podrían ser gobernadores, diputados, miembros de un ayuntamiento, magistrados del Poder Judicial o del Tribunal de Justicia Administrativa y notarios, entre otros, una medida que se me hace positiva, ya que se suma a los esfuerzos para que ningún padre deje en el abandono a sus pequeños.  

Cabe destacar, que la legisladora mexiquense presentó esta iniciativa que reforma ocho leyes, incluida la Constitución local, acompañada de madres, hijas e hijos, de los deudores que no han cumplido con el pago de pensión alimenticia, un calvario que aumenta cuando las instituciones a cargo de hacer justicia se convierten en cómplices de los deudores de la mano de la corrupción.  

Más allá de que un padre tenga o no trabajo, la obligación con sus hijos es irrefutable, pues en un hogar hay necesidades todos los días y a todas horas, algo que digo porque muchos infelices dicen que no tienen trabajo, cobran por fuera y evaden su responsabilidad económica dejando toda la responsabilidad a la madre que debe hacer milagros para que sus hijos coman, de ahí la urgencia de que los deudores alimentarios sean sometidos a un proceso que no deba durar más de tres meses y en el caso de no dar el dinero que le corresponde, meterlo de inmediato a la cárcel, algo que les aseguro ayudaría mucho a que dejen de hacerse güeyes y asuman su responsabilidad económica, porque de la afectiva no tiene caso hablar.  

 

LA GRÁFICA DE HOY

Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es de la protesta que se llevó a cabo en el centro de Toluca para exigir a las autoridades que el presunto feminicida de la joven LUCERO YAZMÍN ya tenga una sentencia y que ésta sea rigurosa.

Lamentablemente, este tipo de feminicidios son la muestra de la podredumbre de un sector de la sociedad y por ello es que la justicia mexicana y mexiquense debe ser expedita, pues cada día que pasa sin que se dicte una sentencia es una puñalada en el corazón de los familiares de las víctimas.

Así que nos sumamos a la protesta de justicia de este feminicidio que se ejecutó el pasado 3 de octubre en un domicilio ubicado en el municipio de San Mateo Atenco y que apagó el sueño de esta jovencita que estudiaba en la Universidad Autónoma del Estado de México, que por su parte ha mantenido contacto con sus familiares para cooperar con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Cabe destacar que a través de la Coordinación Institucional de Equidad de Género de la UAEM, se ha otorgado acompañamiento jurídico y psicológico a los familiares, algo importante como parte de una comunidad universitaria ya que en este tipo de casos la solidaridad es importante para salir adelante.

Así que confiamos en que pronto se dicte sentencia y que además quede el antecedente de que cuando se registran este tipo de crímenes, es fundamental que la justicia sea expedita para poder sobrellevar el enorme dolor de los deudos.

 GRILLANDO

Y VA DE CUENTO  

Dos solteronas de Toluca, tenían una farmacia heredada por su padre. Un día entra ERUBIEL ARENAS y pide un preservativo. Una de las mujeres le ofrece primero la talla estándar a lo que ERU le contesta: No, gracias, lo veo pequeño, muy corto y estrecho.  

La mujer le ofrece el de talla mediana y ERU le responde: No, creo que todavía es pequeño y un poco corto. 

La dependiente nuevamente le enseña otro que era talla grande y ERU responde nuevamente: No, verá, lo veo justito, un poco estrecho. 

Sorprendida, le ofrece la última talla que era jumbo a lo que ERU le dice: No quiero ser molesto, pero discúlpeme, sigue siendo pequeño. 

Entonces la mujer le grita a su hermana, que estaba en la trastienda: Hermenegilda, tengo un cliente que necesita un preservativo y asegura que jumbo le queda pequeño, ¿qué le podemos ofrecer? 

Y Hermenegilda responde: ¡Casa, comida y la mitad de la farmacia! 

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]