Lo ridículo de la política
- Elva María Maya Marquez
- 30 agosto, 2023
- Columnas
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Era el lunes 19 de junio cuando los aspirantes de Morena dieron el banderazo de salida para comenzar sus recorridos por el país con el propósito de ser el “Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación”, en resumen; el candidato o candidata presidencial para el 2024. Después de poco más de dos meses, este domingo 27 de agosto, estos recorridos llegaron a su fin para que el miércoles 6 de septiembre, Morena dé a conocer a su candidata o candidato presidencial.
Por su parte, el lunes 26 de junio, los lideres del PRI, PAN y PRD, detallaron el proceso mediante el cual se seleccionaría al “Responsable Nacional para la construcción del Frente Amplio por México”, lo que ellos quisieron decir es, su candidato o candidata presidencial que hoy sabemos será una batalla de huipiles; Beatriz Paredes o Xóchitl Gálvez, después de una pasarela de 33 registros, trece que cumplieron con los requisitos, unos cuantos que no tuvieron claro el por qué los sacaron, y una declinación, estas dos “suspirantes” son las sobrevivientes.
En el caso del Frente Amplio por México (FAM), se acordó que los tres perfiles finalistas participarían en cinco foros regionales y los resultados de la ganadora (ya podemos afirmar que es una mujer), se darán a conocer el próximo domingo 3 de septiembre, fecha en la que el FAM realizará una consulta a todos los ciudadanos que se registraron en la plataforma usada en la primera etapa, la misma que fue reportada por una serie de fallas.
Sin embargo, la Ley de Procedimientos Electorales, en su artículo 225, precisa que “el proceso electoral ordinario se inicia en la tercera semana del mes de noviembre del año previo al de la elección”, por lo cual muchos no alcanzamos a entender esta necedad de querer adelantar los tiempos electorales y someter al ciudadano a un desgaste innecesario, pues estos procesos no están contemplados ni avalados por la ley electoral vigente en México ¿Y el INE?
En Morena, la separación de sus cargos comenzó el 12 de junio con la renuncia de Marcelo Ebrard, ese mismo día Ricardo Monreal renunció a su cargo como coordinador del grupo parlamentario de Morena en el Senado. Cuatro días después —el 16 de junio— Adán Augusto López renunció a su cargo como secretario de Gobernación, y Claudia Sheinbaum a su cargo como jefa de gobierno de la Ciudad de México. Por otra parte, se dio el registro de Manuel Velasco Coello —exgobernador de Chiapas y exsenador— por el PVEM y Gerardo Fernández Noroña —exdiputado federal— por el PT.
No obstante, la normativa indica que quienes aspiren a ser Presidente de la República y actualmente desempeñen algún cargo de Secretario o Subsecretario de Estado, Fiscal general de la República o Gobernador de algún Estado del país, tendrían que separarse de sus puestos “seis meses antes del día de la elección” que en este caso es el domingo 2 de junio del 2024.
En este orden de ideas, quienes estuvieran en este supuesto tendrían que dejar su cargo a más tardar el jueves 30 de noviembre del 2023, y los “aspirantes”, “pre-precandidatos” o como sea que se les pueda nombrar, lo hicieron cinco meses antes, dejando claro que lo que diga la ley, no les importa.
El artículo 41 constitucional, en su apartado “D”, establece que “la duración de las campañas electorales en el año de elecciones para Presidente de la República, senadores y diputados federales será́ de noventa días, y en ningún caso las precampañas excederán las dos terceras partes del tiempo previsto para las campañas electorales”.
Entonces, si esto que vivimos desde junio no son “precampañas” ¿Entonces que fue? ¿Cómo entenderlo? ¿Qué nos dice el INE al respecto? La respuesta a esta última pregunta se tiene: poco o casi nada, pues ellos estaban más preocupados y ocupados preparando su presupuesto millonario para el siguiente año, que por intentar frenar o controlar esto que literalmente, no tiene nombre porque precampañas electorales no son, campañas tampoco, aunque en realidad sí los son. En que aprietos meten a los ciudadanos.
El artículo 226 de la misma Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, explica que las precampañas darán inicio en la tercera semana de diciembre del año previo al de la elección y no podrán durar más de 60 días. En este caso se iniciarían el lunes 11 de diciembre del 2023, para concluir el jueves 8 de febrero del 2024.
Esta situación llevó a la oposición a denunciar actos anticipados de campaña, pero terminaron haciendo exactamente lo mismo a excepción de Movimiento Ciudadano que sigue meditando si apoya a Xóchitl Gálvez, esperan a que Marcelo Ebrard de su bracito a torcer si las encuestas no lo favorecen, o se decanta por Luis Donaldo Colosio Riojas, esperando que la sombra de su padre le alcance para posicionarse.
De hecho, la misma Ley también regula los procesos internos de los partidos. El artículo 226 refiere que al menos treinta días antes del inicio formal de estos procesos cada partido determinará, conforme a sus estatutos, el procedimiento aplicable para la selección de sus candidatos a cargos de elección popular, según la elección de que se trate, pero como nos dimos cuenta, hacen lo que quieren.
Finalmente, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales establece que los registros de candidatos a Presidente de la República, senadores y diputados federales, se realizarán del 15 al 22 de febrero del 2024. Y las campañas electorales de los candidatos a los cargos referidos empezarán el viernes 1 de marzo y terminarán el miércoles 29 de mayo del 2024.
Dicho todo lo anterior, agárrense; oficialmente comenzará el proceso electoral y lo que se ha visto hasta ahora es solo una probadita de lo que nos recetarán en próximos meses. Y antes de dar paso a otra cosa, solo hace falta transparentar el uso o el derroche de los recursos utilizados durante estos meses. De donde salió tanto espectacular, bardas, autobuses, publicidad en redes sociales y eventos multitudinarios. Solo queda esperar a ver si el INE les da algo así como “un manazo” y les pide que no lo vuelvan a hacer, ya que durante estos meses su papel fue gris. Ridículo lo que estamos viviendo, pero así se las gastan nuestros políticos y no hay autoridad que los pueda frenar.
Al momento de la publicación de esta columna, se está en espera de que “los machitos” del Frente Amplio emitan un posicionamiento y decidan si Beatriz Paredes sigue en el proceso o le deja el camino libre a Xóchitl Gálvez, lo cual sería una lástima, pues será la comprobación de que todo fue una simulación, y el “fenómeno” Xóchilt Gálvez solo existió en la mente de este grupo de señores que decidieron colocarla como precandidata.