GRILLANDO

No hay que ser investigador o experto para deducir que el enorme poder del crimen organizado en México es derivado de que al gobierno le ha convenido hacer “negocio” con los malandros, ya que para el corrupto representan una enorme fuente de ingresos, gente que en el poder no ha tenido escrúpulos y ha condenado la seguridad de toda una nación.

El crimen existe en todos los países, solo que en las potencias es controlado por sus gobiernos, pues tan solo hay que recordar que Estados Unidos o algunas naciones europeas se caracterizan por ser grandes consumidores de droga, sin embargo, no vemos la violencia, los muertos o desapariciones que sufrimos en México y en Latinoamérica, es decir, que muy a nuestro estilo, ni en eso pueden poner control y han dejado de los crimínales vulneren totalmente al pueblo.

Ayer el presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ comentó que el modus operandi de las bandas inició cuando el pueblo estaba completamente abandonado, por lo que llegaron a postular candidatos y a ganar presidencias municipales, por lo que tenían y todavía tienen, autoridades que ellos impulsaron.

Y en cuanto lo dijo, me acordé de la presidenta municipal de Chilpancingo en el Estado de Guerrero, NORMA OTILIA HERNÁNDEZ, que hace unos días fue captada a toda madre en un restaurante platicando y negociando con líderes del crimen organizado, algo negativo, pero no tanto como el hecho de que siga en funciones, una burla que refleja los narcogobiernos que tanto nos joden y que siguen siendo tolerados.

Pero así es, el poder del crimen actualmente solo se entiende con la complicidad de los tres órdenes de gobierno, gente corrupta y sin principios que desde el ámbito federal, estatal y municipal han amasado grandes fortunas de la mano del crimen, pero también de la muerte, la tragedia y la sangre. 

LA GRÁFICA DE HOY

Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es de un chofer de un tráiler que al darse cuenta que había un operativo de policías en la entrada a Paseo Tollocan prefirió echarse en reversa y evitar ser sancionado, sin embargo, no contaba con la pericia de mis “polis” que de inmediato le cayeron como luchador desde la tercera cuerda.

Lo cierto, es que Paseo Tollocan cada día se transforma en una jungla de asfalto y donde mucha culpa tienen los transportistas de carga y de pasajeros que en el papel deberían circular por las laterales, pero que en los hechos ignoran esa regla de tránsito.

Sumado a que hacen falta señalamientos para que el transporte de carga y público entienda que no deben circular por Tollocan, es fundamental que la policía también haga su chamba y agarre a estos gandallas que por querer ir rápido ponen en riesgo a todos.

Así que el llamado para que las autoridades vigilen que la avenida más transitada del Valle de Toluca sea un lugar más seguro, con orden y donde la imprudencia no ponga en peligro la vida de quienes diariamente circulamos por ahí y que debemos que estar batallando con el transporte que es uno de los cánceres que es urgente atienda el gobierno.

GRILLANDO

Y VA DE CUENTO

Dos vampiros van volando y se cruzan, por lo que uno le pregunta al otro: ¿Cómo te llamas?

El otro le responde: Vampi.

– ¿Vampi qué?

– Vampi Rito, ¿y tú? ¿Cómo te llamas?

– Otto.

– ¿Otto, qué?

– Otto, Vampirito.

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]