GRILLANDO

José Elías Nader Mata
6 julio, 2023
Columnas
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Sin seguridad, tranquilidad, orden y paz, es difícil llevar una vida digna y eso es algo que los gobiernos deben entender a menos de que sean cómplices de los criminales para mantener a la sociedad alineada a través del terror y el miedo.

Lo anterior lo comento porque ayer vivimos una mañana triste y preocupante en el Valle de Toluca por una ola de violencia y una campaña de terror que dejó como saldo una persona muerta que estaba colgada en un puente de Tollocan frente CU, restos humanos en la colonia Lomas Altas y otro cuerpo que fue hallado en una milpa de San Mateo Atento, todos estos hechos ligados al crimen organizado.

Lo malo, es que la reacción de las autoridades municipales, estatales y federales no fue la que demandaba la sociedad que a través de las redes sociales veía las imágenes dantescas, dando la impresión de que no les importaba que algo tan grave y amenazante hubiera pasado en nuestra zona urbana.

El panorama no es positivo para la gente honesta, trabajadora y que lo único que buscamos todos los días es llevar el pan a nuestros hogares, por ello es que será fundamental que las autoridades adopten otra actitud, que den la cara como debe ser y que informen qué es lo que viene para el Valle de Toluca con todos estos avisos, que evidentemente nos tienen preocupados, pues finalmente estamos hablando de la seguridad y la vida de nuestras familias.

Que se entienda bien una cosa, sin seguridad y paz no hay nada, no hay Estado de Derecho, gobernabilidad y mucho menos estabilidad, algo que ojalá estén considerando las actuales y próximas autoridades del Estado de México.

LA GRÁFICA DE HOY

Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es del estado en el que se encuentran desde hace varios meses varios tramos de la avenida Las Torres en el Valle de Toluca y que a pesar de ser una de las más utilizadas, han sido un infierno por una serie de obras inexplicables y mal planeadas.

Esta avenida que cruza los municipios de Zinacantepec, Toluca, Metepec y San Mateo Atenco, lleva varios meses entre tierra, piedras y enormes hoyos que ponen en riesgo la seguridad de las personas, pues además no se ve avance, gente trabajando o voluntad para terminar una obra que se supone terminará el 31 de agosto.

Sin embargo, a la fecha la Dirección General de Vialidad del Estado de México que pertenece a la Secretaría de Movilidad que encabeza LUIS GILBERTO LIMÓN, y que son los encargados de la obra, no han dado la cara, respuestas o atención a los miles de ciudadanos que se han visto afectados, pues no solo es la circulación de vehículos sino las afectaciones a los vecinos y comerciantes de Las Torres, tal como la periodista LAURA VELÁZQUEZ lo informó para EL Valle el pasado lunes.

Así que seguiremos pendiente de lo que ha pasado con esta obra y que de forma evidente huele a mala planeación, abuso de autoridad y principalmente a corrupción, aspectos que finalmente terminan jodiendo a la gente que es la que paga los platos rotos de funcionarios incapaces de hacer bien su trabajo.

Y VA DE CUENTO

Mientras caminaba por el cementerio, a ERUBIEL ARENAS le llamó la atención una lápida por la dedicatoria que tenía y que decía lo siguiente: “Aquí yace Vicente, que vivió cien años y murió a los veinte”.

Sin entender bien que es lo que aquella frase quería decir, encontró al encargado del cementerio quien le confirmó que él lo había escrito así que le explicó: Era un chico joven, de unos veinte años, que un día se alocó y empezó a salir con muchas chicas, luego se aficionó a la bebida, más tarde a las drogas, luego a la prostitución y a los veintitantos murió, por eso le puse aquello…Vivió mucho, pero murió joven.

ERUBIEL le pregunta: ¿Usted sabe quién me podría a mi escribir algo así en mi lápida cuando fallezca?

– Sí, yo. Primero he de hacerle algunas preguntas.

– Muy bien, empiece.

– ¿Usted trabaja?

– Sí, entro a la 7 de la mañana y me acuesto a las 12 de la noche, más o menos.

– ¿Usted bebe?

– No, ando jurado.

– ¿Usted sale con alguna chica o está casado?

– No, el trabajo absorbe casi todo mi tiempo.

– ¿Usted consume algún tipo de droga?

– No, no me van esas cosas.

– ¿Cuál es su nombre?