Exigen en legislatura aclarar asesinato de ambientalista e investigador de EdoMéx

Toluca, Méx.- Luego del asesinato de los investigadores y activistas en defensa de los Derechos de la Naturaleza, Álvaro Arvizu Aguiñaga y Cuauhtémoc Márquez Fernández, el diputado Max Correa Hernández y la diputada Beatriz García Villegas, exigieron el esclarecimiento de los homicidios, que constituyen una enorme pérdida para el Estado de México y el país.

El diputado Max Corre Hernández hizo un llamado a todos los defensores de la Naturaleza y del Medio Ambiente del Estado de México, para que de manera pacífica se exija a las fiscalías del Estado de México y federal, aclaren el asesinato.

El también dirigente nacional de la Central Campesina Cardenista (CCC), pidió que de manera conjunta se convoque a una cumbre en Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente del Estado de México.

Mientras Beatriz García Villegas , dijo que el pasado 12 de junio el catedrático y apicultor de la Universidad Autónoma de Puebla, Cuauhtémoc Márquez, fue agredido con arma de fuego cuando acudiría a ratificar la denuncia de una agresión sufrida en su domicilio, ubicado en “La Cañada del Agua” en Tlalmanalco.

Y el día 13 de junio en el Centro para la Sustentabilidad de la Sierra Nevada Incalli Ixcahuicopa (Centli), que forma parte de las actividades del Programa para la Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y que desde hace 18 años realiza acciones de capacitación agroecológica en Tlalmanalco, se registró un asalto con violencia, donde lesionaron gravemente a Álvaro Arvizu Aguiñaga, quien perdió la vida posteriormente.

Por lo que,  Max Correa afirmó que la entidad mexiquense se convierte en uno de los sitios más peligros para las y los que protegen el medio ambiente, la biodiversidad, el agua, los bosques, los ríos y los territorios de los pueblos originarios.

Finalmente, la diputada y el diputado morenistas, exigieron que se investigue estos actos cobardes que se dieron en contra de los ambientalistas, pues fue un ataque directo a un centro de investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y de personas que tenían un gran compromiso con el Proyecto Sierra Nevada que atiende toda la zona de los volcanes.