En México, 7 de cada 10 mujeres con empleo, son madres de familia
- Laura Velásquez Ramírez
- 11 mayo, 2023
- Estado de México
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Toluca, Méx.- De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 7 de cada 10 mujeres que tienen empleo son madres de familia y tiene entre 1 y 2 hijos, en tanto, solo 6 de cada 10 de ellas están casadas.
Y es que, según los datos, cerca del 72 por ciento de la población de mujeres que son madres de familia, necesitan trabajar, pero les ha sido difícil el acceso a la vida laboral con oportunidades de encontrar empleo pues son discriminadas por ser casadas o con hijos.
Aunado a que otras no encuentran una empresa con alternativas flexibles para poder equilibrar su vida familiar y laboral, lo que las lleva a desarrollarse en trabajos informales que a su vez dificultan el acceso a apoyos de salud.
Y es que, según los datos del Censo de Población y Vivienda, el 72.3 por ciento de las mujeres de 15 años y más residentes en México, ha tenido al menos una hija o hijo nacido vivo, de ellas el 7.0 por ciento son madres solteras.
Del total de las madres solteras el 3.2 por ciento no tiene instrucción, 46.4 por ciento tiene educación básica, 26 por ciento tiene educación media superior y 24.3 por ciento tiene educación superior.
En tanto, la tasa de participación económica de las madres solteras es de 75.2 por ciento, el 27.9 por ciento de las madres solteras ocupadas en el mercado laboral tiene de 15 a 29 años; 50.4 por ciento son de 30 a 49 años y 21.7 por ciento tienen 50 o más años.
A nivel nacional, datos del INEGI indican que la tasa específica de fecundidad en las adolescentes es de 42.96 nacidos vivos por cada 1 000 mujeres de 15 a 19 años.
Las entidades con las tasas más bajas son Ciudad de México y Querétaro con 26.36 y 31.93 nacidos vivos por cada 1 000 adolescentes respectivamente; mientras que las más altas se encontraron en Chiapas (64.83), Michoacán (55.29), Guerrero (55.22) y Durango (55.03).
Los embarazos a temprana edad ponen en riesgo la salud de las adolescentes y son un factor que limita o anula su educación y esta circunstancia afecta también las oportunidades de un trabajo bien remunerado en el corto plazo cuando se ven en la necesidad de convertirse en jefas de familia.