Dime que color de piel tienes y te diré tus posibilidades de éxito
- Elva María Maya Marquez
- 19 abril, 2023
- Columnas
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Alguna vez han pensado en los beneficios que otorga, o las cargas que nos impone el color de piel. Han reflexionado en cómo es que una característica física como esta puede detonar tratos diferenciados entre los individuos ¿Sabían que las personas de piel clara tienen más del triple de probabilidad de cursar una licenciatura y/o posgrado que las personas de piel oscura? ¿Saben en qué medida el color de piel de las personas influye en sus vidas?
De entrada, el tema resulta incómodo y como no serlo, si como sociedad nos coloca frente al espejo para dejar al descubierto que somos un país que discrimina fuertemente por el color de piel y otorga una posición social de mayor o menor importancia a partir de esta característica. Lo anterior, se basa en una ilógica dicotomía vinculada al binomio blanco-moreno: belleza-fealdad, inteligencia-torpeza, superior-inferior, entre otros.
En este contexto, un tema a considerar es el indígena, asociado con rasgos físicos y cualidades negativas. Sin embargo, en un intento por “quedar bien” en el exterior, se enaltece el pasado indígena considerando el mayor signo de identidad cultural con el que cuenta nuestro país, pero se excluye y degrada a los indígenas. Por otro lado, los rasgos europeos se asocian a aspectos positivos, pues, es un hecho que existe un privilegio blanco que permite llegar a tener ventajas o beneficios para las personas de piel clara.
Estudios académicos revelan que los individuos con tonos de piel oscuros tienen un nivel educativo inferior, trabajan en ocupaciones que requieren menos calificaciones, reciben salarios menores, reportan estados de salud más precarios, tienen un acceso más restringido a servicios públicos y reciben menores ofertas de trabajo, en comparación con los de piel clara.
Asimismo, existe evidencia de que el grado de movilidad social en México está relacionado con el tono de la piel. Los individuos con tonos de piel más claros se mueven más fácilmente de las posiciones inferiores a las superiores en los estratos sociales y tienen más probabilidades de permanecer en las posiciones superiores. Sorprendente y a la vez injusto que un tono de piel claro permita contar con mayores probabilidades de encontrar empleo, de movilidad social, y obtener un mayor ingreso laboral.
De acuerdo con un estudio del colectivo “México como vamos”, las mujeres mexicanas con apariencia europea tienen una mayor probabilidad de ser contactadas para una solicitud de empleo que sus pares con otra apariencia, aun cuando todos tenían la misma experiencia y educación. Esta preferencia por las “apariencias europeas” también se observa en el ámbito electoral, donde el mismo colectivo revela que un candidato con rasgos “europeos” es asociado a cualidades positivas. En el caso de los créditos bancarios, se encontró que solicitantes de crédito de piel oscura reciben menor información y son tratados de peor forma por los agentes bancarios que los solicitantes de piel clara. En resumen, las personas de piel clara o con características físicas caucásicas tienen menos dificultades en la búsqueda de empleo, de créditos o de un cargo público. Estos patrones pueden llevar a las personas a ajustar sus aspiraciones.
Dicho lo anterior, existe la posibilidad de que las personas con ciertas características físicas puedan tener expectativas y aspiraciones menores no sólo por su nivel socioeconómico, sino porque el entorno les deja ver que históricamente se atribuyen valores y cualidades negativas a los tonos de piel oscuro y no solo eso, son vinculados con una serie de desventajas sociales.
De acuerdo con el portal de “Serendipia”, lo que hay detrás de todo esto es una forma de organizar las sociedades a través del color de la piel para que un grupo de personas no puedan tener sus propios proyectos de vida, mientras que otros puedan conservar sus privilegios.
El ejemplo más claro está en el ámbito escolar, el foco de discriminación por excelencia para la población de piel oscura. De acuerdo con los datos del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred), un 20.5% de todos los actos de discriminación registrados sucedieron allí.
El Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY), detalla que las películas y novelas mexicanas, muestran que el pobre es moreno, el rico es de piel clara, el ratero es “prieto”, el empresario “güero”. En el caso de las mujeres, la mayoría de las rubias son exitosas o ricas ya sea por mérito o matrimonio, las de piel más oscura son del servicio doméstico o la amiga pobre, la empresaria y la jefa, forzosamente tienen que ser de piel clara.
Aunado a lo anterior, la frase: “mejorar la raza”, la cual alude a tener hijas e hijos de piel clara, sigue estando presente en la cultura mexicana, pues se aspira a aclarar nuestra piel para asegurar “éxito” y no se equivocan, los estudios señalan que las personas con piel clara son quienes consiguen los puestos más altos, empero, las honrosas excepciones también existen.
Para terminar, quiero compartir con ustedes los resultados de las cuatro principales encuestas con las que se cuenta en México para conocer el porcentaje aproximado de personas de piel morena englobando todas las tonalidades de moreno ante la pregunta ¿Cuál considera que es el color de piel de su cara?
De acuerdo con la encuesta realizada por el Módulo de Movilidad Social 2016 (MMSI), el 87.5% de la población encuestada considera que el color de piel de su cara es moreno. Para la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 (ENADIS), el 95.2% asume el color de piel de su cara como morena u oscura. En la Encuesta de Movilidad Social 2015 (EMS), el 91% de encuestados se autopercibe de piel morena, y en la Encuesta de Movilidad Social 2017 (EMOVI 2017), el 87.9% piensa que el color de piel de su cara es moreno.
Que contradictorio que en México parecer mexicano se convirtió en el principal obstáculo para aspirar a mejores oportunidades. La mayor parte de la población es de piel morena, y que la discriminación se dé por esta característica es inverosímil. Ni las habilidades o capacidades, ni los grados académicos y el esfuerzo realizado en toda una vida, todo se reduce a nuestro color de piel.