GRILLANDO
- José Elías Nader Mata
- 6 marzo, 2023
- Columnas
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POR: JOSÉ ELÍAS NADER MATA
Después de los intensos y emotivos días de la semana pasada, ayer pude respirar un poco de tranquilidad y tomar la pluma para escribir sobre los sentimientos que alberga mi corazón, que más que nunca está agradecido con Dios, la vida, mi familia, mis amigos y aquellos que me han brindado su afecto y apoyo.
Siempre llevaré en mi alma el 2 de marzo de este año, el día que conmemoramos el 199 Aniversario del Estado de México y donde gracias a la confianza de las y los Jurados Calificadores, del Consejo de Premiación y del gobernador ALFREDO DEL MAZO MAZA, recibí la Presea de Periodismo e Información “Leona Vicario”, misma que me motiva a trabajar fuerte, con compromiso social y luchando por mi gremio al cual agradezco su apoyo y respaldo.
Además de que fue una ceremonia y día especial, hubo dos momentos que tocaron mi corazón y me provocaron un nudo en la garganta, el primero cuando estaba sentado y empezaron a nombrar a las y los galardonados, en ese instante me acordé cuando mi padre Don PEPE NADER recibió la presea 2003 y de lo mucho que le costó sacar adelante su periódico El Valle.
Me acordé de cuando mi infancia se vio interrumpida por la muerte de mi hermano IVÁN y la decisión de irnos a vivir a la Ciudad de México, de los momentos complicados que atravesamos y que de adolescente me empujaron a vender Hot Dogs y hamburguesas afuera del metro División del Norte, en donde un día llegaron los inspectores de la delegación para llevarse el carrito, un momento complicado, pues no entendía lo que pasaba, ya que yo solo quería apoyar a mi familia llevando unos pesos extras, un momento dramático en el que me prometí que toda mi vida iba a trabajar para que mi familia no la volviera a pasar mal.
La vida nos regresó a Toluca, donde desde adolescente entré a trabajar al periódico El Valle, una situación que no entendía con agrado, pues quería echar una cerveza con mis amigos y no trabajar hasta la media noche que era el cierre de la edición, sin embargo, mi padre siempre me enseñó el valor de trabajar honestamente para salir adelante.
Recuerdo los infartos de mi padre, los momentos complicados en el periódico, su pleito con un exgobernador que castigó la publicidad de los periódicos estatales para beneficiar a los nacionales y que prácticamente nos sacó de la publicidad oficial durante dos sexenios, momentos que fueron complicados para la empresa y en medio de los cuales falleció don PEPE.
En ese entonces el periódico tenía sus oficinas en una vecindad y sus deudas eran grandes, contrario a lo que algunos babosos dicen al señalar que mi hermano y yo habíamos recibido una herencia millonaria, por ello le propuse a SERGIO tirar la toalla y liquidar al personal, sin embargo, decidimos luchar por la gente del periódico y por el legado de nuestra familia, algo que gracias a Dios y al trabajo de todos, nos dio amplia vida y nos ayudó a crecer para consolidar a El Valle como uno de los principales medios de comunicación impresos y electrónicos del Estado de México.
Por ello, estar sentado a unos segundos de recibir la presea me provocó un nudo en la garganta, porque no fue fácil llegar a ese lugar, ya que representa el trabajo arduo, sin días de descanso u horarios, representa el apoyo y el esfuerzo de mi familia, de mis amigos, de mis compañeros del periódico El Valle que tienen gran mérito en esta presea y de forma especial, de mis compañeras y compañeros periodistas que siempre me han apoyado, respaldado y creído en mí, un compromiso enorme que nos hace asumir esta presea con humildad, con los pies en la tierra y principalmente con el compromiso de seguir trabajando de forma profesional, veraz, oportuna y comprometida para servir dignamente a los mexiquenses y a los mexicanos, ya que finalmente nosotros los periodistas nos debemos a la gente que debe estar bien informada para tomar las mejores decisiones en beneficio de nuestra nación.
Ese fue el primer momento sensible, emotivo y que me generó un gran impacto el jueves pasado, mismo que dio paso al segundo momento que se generó cuando mencionaron mi nombre y me levanté para recibir la presea…
LA GRÁFICA DE HOY
Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es del segundo momento emotivo de la ceremonia del 199 Aniversario del Estado de México, pues después de escuchar mi nombre tardé en levantarme ya que respiré de forma profunda ante las emociones y recuerdos que llegaron en ese momento y que explico arriba, sin embargo, cuando me puse de pie logré calmarme y estar tranquilo.
Vi el video tranquilamente y cuando terminó camine para recibir la presea de manos del gobernador ALFREDO DEL MAZO, con quien tuve la oportunidad de cruzar unas palabras y en ese momento, cuando se hizo un silencio en Palacio de Gobierno, escuché el grito de mi hija VICTORIA que me dijo: “Bravo, papi”, inclusive el gobernador y su esposa FERNANDA CASTILLO DE DEL MAZO, sonrieron ante ese hecho espontaneo y el gobernador me comentó que ahí estaba mi hijita saludándome, por eso hice lo mismo y la saludé, acto seguido me llevé la mano al corazón y también dediqué ese momento al grupo de Editores y Directores de medios de comunicación, amigos cercanos con los que hemos emprendido una lucha fraterna para que el Estado de México siga contando con medios de comunicación profesionales y que la gente que trabaja en los mismos siga contando con un empleo.
El periódico El Valle hoy sigue adelante porque hace años decidimos conservar ese legado y mis momentos emotivos de este día tan especial se resumen en eso, al legado a través del cual recuerdo la lucha como periodista de mi padre Don PEPE y la lucha de mi “Jefecita” a lo largo de su vida para que nunca nos faltara nada, inclusive en los momentos más difíciles. Legado, que confió que un día entienda mi hija VICTORIA que es lo más importante de mi vida, que comprenda que en esta vida hay que trabajar de manera honesta, comprometida, profesional y a favor de la gente, pues más allá de lo material, lo más importante es dejar este mundo mejor que como lo encontramos y una huella en el corazón de la gente que se cruzó en nuestro camino.
Así que gracias, infinitas gracias a todos y que siga la vida y el trabajo, pues al final es lo que nos queda hacer para seguir construyendo aspectos importantes y en beneficio de nuestro querido Estado de México y nación.
Y VA DE CUENTO
Durante las olimpiadas, los atletas debían acomodarse en el único hotel habilitado para tal efecto, y como no cabían, les asignaron una cama para dos personas. Al saltador mexicano PONCHO MENDOZA le tocó dormir junto a la atractiva gimnasta rusa, así que antes de acostarse, la chica le dijo: Para evitar tentaciones, pondré esta almohada en medio de la cama.
Al día siguiente, el saltador MENDOZA se despierta y mientras desayuna, le dice a la gimnasta: Hoy tengo la prueba de salto y espero superar los 2 metros.
La gimnasta se burla diciendo: No saltaste ayer una simple almohada, ¿y te crees que podrás saltar 2 metros?
HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]