Pleito de Barrio
- Elva María Maya Marquez
- 1 febrero, 2023
- Columnas
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La política siempre ha sido un terreno complicado, elegir candidatos es todo un reto, pues caras vemos y formas de conducirse no sabemos. La obtención y en algunos casos la obsesión por el poder lleva a candidatos, políticos y simpatizantes de todos los colores a realizar acciones de lo más degradantes e indignas que se puedan imaginar, así como a emitir declaraciones donde llegan a mostrar la bajeza y la podredumbre que albergan. Los ejemplos se dan por montones, como para pensar en el tomo I y tomo II de tan emblemáticos personajes, pero como este espacio resulta insuficiente para hablar de todos, nos vamos a detener en un caso vigente y representativo; Sandra Xantall Cuevas Nieves, quien desde 2021 “gobierna” la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México con el combo del PAN, PRI y PRD.
Los escándalos y exabruptos de esta alcaldesa han sido varios, prácticamente desde que tomó protesta la noche del 1 de octubre de 2021, cuando en medio de una ostentosa ceremonia que incluyó alfombra roja, arreglos florales, vallas negras, juegos pirotécnicos y hasta la liberación de mariposas blancas al final del acto, fue como inició su gobierno, lo cual le valió innumerables críticas al considerarse un exceso. Sin dejar de lado que entre sus invitados estuvieron empresarios, políticos y artistas como la ya fallecida Carmen Salinas y Paquita la del Barrio, así como personalidades de la lucha libre.
Para marzo de 2022, Sandra Cuevas fue suspendida de su cargo acusada de los delitos de robo, abuso de autoridad y discriminación, pues en el mes de febrero, dos policías auxiliares de la Ciudad de México (CDMX) denunciaron que la alcaldesa los insultó y agredió físicamente, al punto de llegar a las cachetadas, el motivo; diferencias en el reacomodo del ambulantaje en el perímetro del Centro Histórico. Por lo anterior, la señora tuvo que ofrecer disculpas públicas a los policías agredidos, como parte del acuerdo reparatorio se contempló pagar el costo de los radios y celulares de los cuales se les despojó el día de los hechos, así como una reparación económica de 30 mil pesos a cada una de las víctimas y, someterse a seis meses de tratamiento psicológico orientado al manejo de la ira.
En este contexto, vecinos de la alcaldía Cuauhtémoc convocaron a una manifestación el 28 de febrero en contra de la gestión de Sandra Cuevas, por lo cual, de último momento organizó un evento por el “Mes de la Mujer”, justo horas antes de que habitantes protestaran en la sede de gobierno para exigir su renuncia bajo el hashtag #FueraSandraCuevas. Ante esto, instaló en la explanada de la alcaldía juegos inflables y contó con música “sonidera”, pero esto no fue todo, pues tanta era la desesperación de la mujer, que arrojó desde el balcón de su oficina pelotas rojas con “billetes” de 500 pesos pegados.
En mayo, nuevamente se colocó en el ojo del huracán con otra de sus decisiones arrebatadas al ordenar borrar los tradicionales rotulados de los puestos callejeros para pintarlos de blanco e imponer el logotipo de la alcaldía, lo que fue calificado como una medida “autoritaria y clasista” ante el arte urbano. La alcaldesa señaló que es un tema de “poner orden y disciplina” en la demarcación con el fin de “mejorar la imagen urbana”, ya que considera que los rótulos no son expresiones artísticas.
Para el mes de Julio, fue investigada por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, esto, por portar una camioneta blindada sin placas y sin la documentación correspondiente, pero esto no es lo peor, ya que Sandra Cuevas presentó dos permisos; uno apócrifo y otro vencido, además de un pago de placas hecho en el Estado de México. Según el mismo reporte, el automóvil fue dado de alta en Morelos, con lo que burla el pago de tenencia. En resumen, ninguno de los documentos exhibidos validaba la circulación de la camioneta utilizada.
En el mes de octubre, con motivo de su primer año de gobierno, anuncios monumentales con su imagen fueron exhibidos en edificios de la demarcación, incumpliendo la Ley de Publicidad Exterior de la Ciudad de México. El Artículo 15, de esta legislación, señala que los anuncios de publicidad que están prohibidos son los que se instalan de forma total o parcial en edificios públicos o privados, y justamente una de las lonas más “llamativas”, se colocó sobre uno de los costados del edificio Chamizal, en la Unidad Habitacional Tlatelolco, donde la publicidad cubría 16 de los 20 pisos del inmueble, como era de esperarse la inconformidad y las críticas se hicieron presentes en redes sociales, donde los vecinos pedían que más allá de estar gastando el dinero público en promoverse, arreglara las calles, de manera específica; el tema de los baches.
Después de este breve e ilustrativo recorrido sobre algunas de las acciones por las cuales se ha dado a conocer la alcaldesa Sandra Xantall Cuevas Nieves, llegamos a la noche del jueves 26 de enero, donde el Contralor de la Ciudad de México, reportó el hallazgo de 13 paquetes con volantes y algunas lonas en contra de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, localizados en la Oficina de Desarrollo y Bienestar de la Alcaldía Cuauhtémoc. El funcionario aseguró en un video que acudieron a las oficinas de la alcaldía después de recibir una denuncia al Órgano Interno de Control (OIC).
Videos difundidos en redes sociales dan cuenta de la actitud y la respuesta violenta que tuvo la señora Cuevas, que acusó a la mandataria capitalina de desplegar un “operativo de granaderos” en su contra, y aquí, vale la pena saber en función de qué se decide o se decidió el número de elementos a participar. Sin embargo, el comportamiento de esta mujer es lo que hoy se coloca en el centro de la discusión, y no está de más solicitar el certificado del curso de manejo de ira que se le pidió tomar como medida reparatoria cuando agredió a los policías.
La alcaldesa estaba totalmente desencajada, hecha una fiera, y ante medios de comunicación declaró que si algo los distingue, es, que son más inteligentes (aja) y más “chingones” que Morena, y que ella, Sandra Cuevas, es más “chingona” que Claudia Sheinbaum. Asimismo, mandó a decir que si se querían “comer” las oficinas de la alcaldía que gobierna, se las coman, porque ella se va a comer la Ciudad de México. De igual manera señaló con una actitud retadora y busca pleito que, “no le tiembla nada”, “ni le da miedo nadie”. Acto seguido, acompañada de una especie de coro que conformó con su equipo de trabajo, ella gritaba y ellos le respondían; ¿Quién nos da miedo? —Nadie —¿A qué venimos? —A trabajar —¿A quién le vamos a partir su madre? —A Claudia.
Este es el comportamiento de un vil pleito de barrio, un pleito callejero, no es la actitud que se espera de funcionarios o servidores públicos. Es un episodio muy desafortunado, y más allá de que los integrantes de su partido la defiendan, ¿Qué no ven? ¿Qué no se dan cuenta que la mujer tiene comportamientos y actitudes que hacen pensar que no está facultada para un cargo como el que tiene?, como tienen el valor o la desvergüenza para salir a defender lo indefendible, esto, es una muestra de la falta de autocrítica que necesitan los partidos políticos.
Lo anterior, también es una lección para los ciudadanos, pues ella ganó con alrededor de un 48% de los votos, 10 puntos arriba de quien ocupó el segundo lugar, por lo cual, los ciudadanos deben asumir la responsabilidad de la decisión que tomaron, porque no es ella, como mencioné al inicio, son un sinfín de personajes que llegan a un cargo público sin tomar en serio la responsabilidad que se les transfiere, pero hay otros que llegan con el objetivo claro, favorecerse a mas no poder mientras les dure el cargo, y con ciudadanos poco participativos (no en todos los casos), esto no va a cambiar, cada día tenemos a candidatos y gobernantes más impresentables, donde entre las opciones que se tienen, no hay ninguno rescatable.
Sandra Cuevas también refleja en gran medida otro de los males que los mexicanos no podemos dejar atrás, el clasismo y el racismo, pues en esta letanía de declaraciones que lanzó, habla del presidente López Obrador, haciéndolo menos porque no cuenta con los grados de estudio que ella dice tener, pero de que le sirven los grados académicos con las actitudes que muestra y la calidad humana que tiene, ¿Qué aprendió la doctorante, la que dice tener dos maestrías?
Los títulos no hacen mejores ciudadanos y seres humanos, pobre de aquellos que piensan que por tener una licenciatura, una maestría o un doctorado, pueden ver por debajo al otro. No todos tienen la posibilidad de tener una formación académica como la de la alcaldesa, tampoco han estudiado en los diez países como ella, pero estoy segura que personas sin grados académicos saben dialogar, respetar y no caen en actitudes de pleitos de barrio o de cantina para arreglar sus diferencias. Aprendamos de nuestros errores, razonemos nuestro voto y no permitamos que personas así, ocupen un cargo público.