La incapacidad de Delfina
- Julián Chávez Trueba
- 1 febrero, 2023
- Columnas
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Bien dicen que el diablo esta en los detalles, porque es ahí donde se observa hacia donde rema el barco de las candidatas a la Gubernatura de nuestro Estado de México.
En cada spot publicitario, Delfina Gómez demuestra su falta de personalidad y atención a su trabajo. ¿cómo es posible que diga que van a trabajar con “ya sabes quién” para lograr la transformación? ¿Acaso no se asume como gobernadora, acaso Andrés Manuel le indicará todos y cada uno de sus movimientos y actos de autoridad? Debe recordar que la única responsable de la Gobernatura del Estado de México será su titular, no el presidente, ni la política nacional, ni el presupuesto, no puede haber pretextos ni excusas ante tal embestidura.
Es increíble que MORENA haya aceptado una candidata que ha resultado impune respecto de delitos electorales flagrantes, como lo son los gastos excesivos en campañas y el haber solicitado parte del ingreso a sus trabajadores en la municipalidad de Texcoco en la que gobernó, en donde por cierto, la impunidad hasta el momento vigente se debe a que la fiscalía no ha realizado la investigación, no por inocencia. En caso de los delitos electorales MORENA es el partido con mayor magnitud en multas por sus actos ilícitos.
Delfina Gómez ha demostrado la carencia de sus actos. ¿Se acuerdan de que siendo ella la Secretaria de Educación Federal no hizo absolutamente nada en favor de mitigar los efectos de la pandemia en el desarrollo escolar? Muy por le contrario, solo en las mañaneras decía que íbamos “requeté bien”, demostrándose su tibieza en desarrollar acciones contundentes. Mandó a todos a sus casas a que vieran la televisión y redactó un decreto para seguir garantizando la educación ahora por vía televisiva y entonces recibió numerosas demandas de quien no tenía ni televisión para poder “asistir” virtualmente a clases.
Posterior a ello, un gran número de planteles escolares fueron víctimas de actos vandálicos y robos y no se desarrolló algún plan para que evitar que ocurriera y tampoco hubo un programa de equipamiento para las escuelas atracadas.
No hubo planes de capacitación para los profesores, para que pudieran generar la capacidad de dar clases en línea o a distancia, para que pudieran tener las herramientas técnicas suficientes para seguir con su docencia.
No hubo una adquisición generalizada y consolidada de insumos propios para el regreso a clase. Cada escuela tuvo que “rascarse con sus propias uñas” para comprar cubre bocas, gel, sanitizante, mesa, guantes, pistola de termómetro, atomizadores y tapetes.
La única acción contundente fue que todos los alumnos tenían asegurada su permanencia en la escuela sin importar su calificación. Sin duda fue algo bueno, sin embargo faltó cuidar lo más importante que es en sí, la transmisión de los conocimientos puesto que todo ese año, es una página en blanco en las mentes de todos los alumnos, que quedaron ahora incompletos en su formación; sí, la mayoría de los alumnos aún se encuentran en la escuela, pero sin educación perdió mucho del objetivo que cuida y procura la Secretaría de Educación.