Retos y perspectivas políticas para 2023 en América Latina.

2023 inició hace unos pocos días, este será un año en el que seguramente habrán de esperarse el cumplimiento de las promesas que los gobiernos de izquierda han hecho en cada uno de los países de Latinoamérica que han optado electoralmente por un cambio de ruta en cuanto a la orientación de su política interna.
Por principio de cuentas, el primer día del año trajo consigo la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil, quien regresa a la escena pública para cumplir con un tercer mandado gubernamental [no consecutivo] al frente de la nación carioca, un gobierno en el que lejos del drama personal que supuso su procesamiento por la acusación de corrupción de la que fue objeto y que le llevara a permanecer recluido 580 días previo a su exoneración por parte de la Corte Suprema brasileña, por lo que después de las elecciones más disputadas en la historia de la nación de la bandera verde amárela, asume el reto de volver a unir a una nación sumamente dividida y en la que los años del gobierno de Jair Bolsonaro trajeron consigo una avalancha de reformas privatizadoras en el país.
Por otro lado, Perú inicia el año sumido en una crisis política entre la clase política que se sintió amenazada en sus privilegios con la llegada de Pedro Castillo, así como de aquellos que con su salida avizoran el regreso de la cruda derecha que ha mantenido aletargada a la nación que en otrora fuera cuna de la civilización inca. Sin embargo, mientras esto sucede en el país andino continúan las manifestaciones de descontento las cuales han derivado en hechos de sangre y violaciones a derechos humanos por parte de las fuerzas policiacas.
Por lo que hace a Colombia, tal pareciera que sigue el idilio entre el pueblo colombiano y la figura del presidente Petro, quien tiene la responsabilidad de mejorar la calidad de vida de todos los colombianos, de culminar los procesos de pacificación entre la guerrilla, los paramilitares y el gobierno, así como el combate a la producción de narcóticos y el aumento de la trata de personas la cual ha proliferado después de crisis económica en Venezuela, son algunos de los temas pendientes del presidente de izquierda, quien por cierto, pese a ser de esta connotación política ha sabido desmarcarse del régimen de Nicolás Maduro.
Siguiendo con este recorrido por el denominado nuevo mundo, los argentinos volverán a acudir a las urnas el 10 de diciembre de este año, lo que podría suponer un momento clave para la democracia del país gaucho toda vez que el gobierno de Fernández aunque no ha sido malo, ha transitado por la crisis económica más severa de la última década para dicho país del cono sur, el cual de manera paulatina ha tenido que sortear una de las inflaciones más brutales del mundo, por lo que la izquierda ha transitado entre las negociaciones macroeconómicas y los escándalos que siguen asolando a la expresidenta y hoy vicepresidenta Cristina Fernández viuda de Kirchner, quien en caso de salir del gobierno tendría que cumplimentar la sentencia de seis años de prisión que le impuso el mes pasado un juez federal.
En este sentido, llega el momento de México cuyo gobierno en esta semana fue sede de la X Cumbre de líderes de América del norte, misma que reunió a los presidentes Joe Biden de Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador de México y el primer ministro canadiense Justin Trudeau, quienes debatieron sobre comercio, migración, seguridad pública y cooperación política, reunión en la que pese al ambiente de camaradería reinante entre los mandatarios, no faltaron los estira y afloja por temas como el corredor interoceánico que se construye en el sur del país, la explotación nacionalizada del litio en México, así como las acusaciones matizadas de Trudeau quien acusó diplomáticamente a AMLO de ser un líder autoritario y el interés de este último en el proceso que en próximas fechas habrá de realizarse en una corte federal de New York en contra del exsecretario de Seguridad durante el sexenio del presidente Felipe Calderón, proceso en el que se espera que salgan a relucir acusaciones en contra de actores políticos vinculados con los últimos regímenes presidenciales en México.
Finalmente, no se debe perder de vista que mientras continue el conflicto entre Rusia y Ucrania se corre el riesgo de que los países de América puedan sufrir consecuencias negativas en el desarrollo de sus mercados, por lo que como decían los antiguos, lo mejor en tiempos de crisis es detonar la cultura del ahorro.
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