Faltan 20 días para las elecciones en Estados Unidos

El voto crítico de noviembre decidirá quién controla el Congreso y determinará el futuro de la agenda del presidente Joe Biden.
Los resultados de las elecciones marcarán la pauta para el resto del mandato de Joe Biden como presidente.
Las elecciones intermedias tienen lugar dos años después de una elección presidencial, a la mitad del mandato de cuatro años de un presidente de Estados Unidos.
Por lo general, alrededor de un tercio de los escaños en el Senado de Estados Unidos está en juego, junto con los 435 escaños en la Cámara de Representantes.
Las gobernaturas, las legislaturas estatales, los consejos locales y las juntas escolares también se disputarán en todo el país.
Integración de la Cámara y el Senado estarán en juego: Los 435 escaños de la Cámara se disputarán en noviembre, mientras que también se elegirán 35 senadores.
Distribución de los escaños en la Cámara y el Senado: cada estado independientemente de su población, obtiene dos escaños del Senado, mientras que los escaños en la Cámara se distribuyen entre los estados según su tamaño.
Por esta razón California, el estado más poblado, tiene 52 miembros de la Cámara y Wyoming, el estado menos poblado, tiene uno. Pero ambos estados tienen cada uno dos senadores.
Las principales elecciones estadounidenses se llevan a cabo el primer martes de noviembre, a menos que ese primer martes caiga el primer día del mes. En ese caso, la votación ocurre una semana después, el 8 de noviembre.
La frecuencia de las elecciones deriva de una razón fundamental y es que los mandatos de la Cámara tienen una duración de solo dos años.
En el caso del Senado son de seis años, por lo que, ya sea un año de elecciones presidenciales o de mitad de periodo, también suelen estar en juego entre 33 y 34 escaños en el Senado cada dos años.
El Partido Demócrata tiene mayorías estrechas tanto en la Cámara como en el Senado, lo que les da una ventaja con Biden en la Casa Blanca.
Para que se apruebe un proyecto de ley, necesita la aprobación de ambas cámaras, por lo que el control del Congreso es fundamental para que se apruebe la legislación en los Estados Unidos.
Además de legislar, el Senado tiene la tarea de confirmar a los candidatos judiciales y del gabinete del presidente, así como de aprobar tratados formales.
Llama demasiado la atención que un expresidente desempeñe un papel importante en las elecciones intermedias, pero Trump no es una figura política común. Nunca lo ha sido. Genio y figura.
El expresidente ha respaldado con éxito a docenas de candidatos en las primarias republicanas antes de la votación de noviembre mientras continúa provocando otra posible candidatura a la Casa Blanca en 2024.
Además de que Donald Trump y muchos de los candidatos a los que ha respaldado han estado promoviendo afirmaciones falsas de fraude electoral generalizado en las elecciones de 2020, lo que genera preocupación entre los críticos sobre su compromiso con el proceso democrático.
Al respecto, podemos concluir los siguientes puntos clave:
Si los demócratas ceden alguna de las dos cámaras legislativas para que los republicanos puedan bloquear cualquier ambición legislativa del partido del presidente.
El Senado es la cámara que confirma las nominaciones que el presidente hace para las agencias, los departamentos y los juzgados federales.
Sin una mayoría absoluta, Joe Biden tendría difícil cambiar el cariz ultraconservador con el que los republicanos llevan impregnando las cortes federales desde hace años.
La última clave refiere a las investigaciones del Capitolio; con una mayoría en cualquiera de las cámaras, los republicanos pueden marcar los tiempos y las prioridades de sus comités. Eso les permitiría lanzar investigaciones sobre el hijo de Biden, Hunter, sobre el doctor Anthony Fauci, o sobre el Departamento de Justicia de Merrick Garland que investiga a Trump por diversos motivos.
Todo este escenario frente a una situación de guerra, que tiene visos de invasión, o anexionismo; inmerso en un contexto polarizado. En un contexto geopolítico de máxima tensión, las economías globales luchando contra un estancamiento, índices macroeconómicos de alta volatilidad, necesidad de recursos energéticos que tienden a la especulación y manipulación.
Además de la reconfiguración del escenario político y social de la Unión Europea, las elecciones en Estados Unidos tendrán un efecto transversal, desde la implicación política interna, que prepara la nueva conformación del gobierno nacional, así como una inflexión en la política internacional.
La democracia norteamericana y las decisiones de su gente pueden ser definitivas en un momento histórico para el continente y para el mundo entero. Pero sobre todo un cambio de paradigma en los ideales políticos de la nación vecina.
Twitter: @EdgarMaPe