EL AGUA EN OCOYOACAC

Desde los inicios de la civilización, el agua ha sido considerada como un recurso vital y necesario para el desarrollo de la vida diaria del hombre, situación que no ha cambiado y que en la actualidad ha adquirido un mayor valor, tomando una posición jerárquica y preponderante para así ser considerada como un aspecto estratégico y de seguridad nacional para el desarrollo del país.
Durante mucho tiempo los recursos hídricos fueron considerados como recursos renovables e inagotables. A través del tiempo esta premisa fue correcta, pero la intervención del hombre en el entorno y sus diferentes actividades han provocado efectos perjudiciales al medio como son: contaminación del agua (superficiales y subterráneas) y escasez, erosión del suelo, deforestación, alteración en la temperatura global, cambios antropológicos, etc.; éstos ponen de manifiesto el delicado equilibrio y el carácter finito de los recursos hídricos.
En este sentido, el municipio de Ocoyoacac cuenta con una historia apremiante respecto del uso y manejo de estos recursos. Sus fuentes de aprovechamiento, cauces y cuerpos receptores se encuentran con algún grado de contaminación desde el rango de nulo a severo. Así, por lo que concierne a los aprovechamientos subterráneos se caracterizan por estar en un estado de sobre explotación, aunado a la veda que existe en la zona desde hace más de 60 años; un factor que agudiza esta situación es el crecimiento demográfico experimentado en las últimas décadas y las tendencias futuras, para lo cual se necesita hacer un uso eficiente y responsable de los recursos.
El municipio de Ocoyoacac, debido a su ubicación privilegiada, ha estado rodeado de fuentes vastas de agua; lo cual ha sido plasmado en su glifo prehispánico que muestra a un árbol de ocote en cuya base se representa al agua en vez de su raíz.
Así, desde sus orígenes ha utilizado fuentes de agua superficiales colindantes a sus primeras localidades. Sin embargo, es posible citar constantes conflictos por el agua, desde la época de la Colonia hasta nuestros días; como es el caso de la disputa de 1705 en que Fray Francisco de Borja, dueño de la Hacienda de La Marquesa, despojó a San Pedro Atlapulco del agua de sus 52 manantiales de Los Ajolotes de los que se surtía el pueblo; hasta el actual trasvase de agua a la Ciudad de México a través del Sistema Alto Lerma. La problemática es continua y se ha dado entre colonizadores, pueblos, municipios y entidades vecinas, que siempre han buscado aprovechar la bondad de la abundancia de agua que se genera en la demarcación.
Entre las obras más antiguas que han servido como fuentes de abastecimiento a la población está la galería filtrante denominada El Túnel o El Aventurero, perteneciente a la antigua hacienda de Texcalpa, que suministra agua al Barrio de La Asunción Tepexoyuca, misma que entró en operación el 1° de enero de 1901.
Desde la antigüedad el agua superficial es la de mayor uso en el municipio, sobre todo en las localidades de la parte alta del municipio, ya sea mediante la captación de manantiales, galerías filtrantes o derivaciones de los ríos y arroyos que nacen en la serranía del oriente. Sin embargo, a partir de la década de 1960, se inició paulatinamente el aprovechamiento del agua subterránea a través de norias y pozos profundos.
En Ocoyoacac existe una gran paradoja: es abundante en la generación de agua por sus bosques, geología y alta precipitación, pero su población padece penurias por la falta de agua en sus domicilios, el uso pecuario es escaso, así como el agrícola para riego.
Por otro lado, se sabe que desde sus orígenes la cabecera municipal de Ocoyoacac, sus barrios y el resto de las localidades que integran el municipio han descargado sus aguas sanitarias y residuales a los cauces y cuerpos de agua, situación que prevalece hasta nuestros días, generando altos niveles de contaminación.
Cambiar la situación prevaleciente en la demarcación es urgente y requiere de la conjunción de acciones e inversiones de los tres ámbitos de gobierno, pero sobre todo de la ciudadanía que debe permitir la modernización e implementación de políticas públicas que resuelvan la situación prevaleciente.

 

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Hace una semana comentaba sobre el sismo de 1985. Sin duda lo que hemos vivido en los últimos días ha marcado a la actual generación desde lo acontecido en 2017. Es de destacar la creación de toda una nueva cultura en la materia, desde los memes hasta los grandes avances tecnológicos para el seguimiento y alertamiento de los movimientos telúricos. #SalvemosOjuelos.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.