LA GRANDEZA MEXICANA

Por: Daniel Valdez García

 

En el artículo anterior dije que el año 1492 es un parte aguas en la historia de la hoy llamada España y del hoy llamado Continente de América, será con la toma de Granada por los Reyes Católicos, después fue la expulsión de los judíos; y ese mismo año el erróneamente llamado “Descubrimiento de América”.

Cuenta una antigua colección escandinava de mitos y leyendas que relatan el apogeo de la conquista y exploración vikinga hace 1,000 años, el noruego Bjarni Herjilfsson divisó la costa de América en torno al año 986, pero no desembarcó en ella, ya que su destino original era Groenlandia; pocos años después, otro vikingo llevaría a cabo la gesta. Fue Leif Erikson, hijo de Erik el Rojo, quien estableció a los nórdicos en Groenlandia. 

Cuando Cristóbal Colon expuso su proyecto de viajar a Asia atravesando el océano Atlántico, los expertos lo tacharon de loco. Sin embargo, con gran seguridad y su entusiasmo visionario, éste persuadió a los Reyes Católicos de aceptar su proyecto, aunque nada habría logrado sin el apoyo decidido de varios personajes clave de la corte castellana. En la negociación final, Colón exigió que se le concediera el título hereditario de Almirante del Mar Océano, el cargo de virrey y gobernador y el diez por ciento de las ganancias del descubrimiento. Cuando los consejeros de Isabel consideraron que eran condiciones desorbitadas, Colón partió airado a Córdoba, pero la reina lo volvió a llamar y el 17 de abril de 1492 se firmaron las capitulaciones.

Dicho tratado colombino se concretó  en las llamadas “Capitulaciones de Santa Fe”, que fueron pactadas y firmadas por fray Juan Pérez, representante de Colón, y Juan de Coloma, secretario de Fernando el Católico.

Concluyo citando palabras del diario de abordo de Cristóbal Colón (compendiado por Fray Bartolomé de las Casas):

1492: “12 de octubre: … y el almirante salió a la tierra en la barca armada… y dixo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante todos tomava, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el rey y por la reina”.