GRILLANDO

Como bien canta el gran VICENTICO, “los caminos de la vida no son lo que yo pensaba”, sin embargo, siempre estaré agradecido con Dios por todo lo que he tenido oportunidad de vivir, momentos buenos, sublimes, lecciones y demás aspectos que me han permitido fortalecerme en lo personal para salir adelante.
Lo anterior lo comento, porque estoy sumamente agradecido porque en el periódico El Valle hemos llegado a 32 años de vida, más de tres terceras partes de mi vida que he pasado en medio de las letras, la tinta, el papel, las noticias y la pasión por informar, algo que de niño o de joven no imaginé, pero que finalmente nos recuerda que los caminos de la vida no siempre son como pensamos.
Era un adolescente cuando mi padre me llevó a trabajar al periódico y desde entonces nunca lo dejé, al contrario, lo combiné con el servicio público, un negocio de comida, un bar y colaborar en otros medios de comunicación, algo que valoro con el corazón, pues mi vida profesional la considero satisfactoria, apasionante y llena de buenos momentos.
Hace poco me enteré que a un excomunicador al que apodan “El Pelón” le caía mal porque no me baja de ser junior, gente ignorante, chismosa y amargada, que no tiene ni la mínima idea de lo que el periódico El Valle le ha costado a mi familia y a un servidor, ya que honesta y profesionalmente hemos salido adelante con base a mucho trabajo, desvelos, esfuerzo y dedicación, algo que define lo que somos en esta empresa donde trabajamos con pasión y entrega.
Por ello, es que agradezco a todos aquellos que de buena fe han creído en El Valle, a los que nos han dado vida a lo largo de más de tres décadas, a mi familia que ha sido pilar, a mi hermano SERGIO que además es mi socio, a mis compañeros del periódico que son gente profesional y trabajadora, a los amigos, a los clientes y principalmente a nuestro auditorio que nos sigue en la edición impresa y electrónica, misma que al mes registra más de medio millón de visitas.
Así que gracias a todos, gracias a quienes han creído e inclusive a quienes no lo han hecho, pues todos son parte de esta motivación que nos empuja los 365 días del año a informar a la gente de forma profesional, veraz, honesta y objetiva, algo que con el favor de Dios esperamos seguir haciendo, ya que más que nunca los mexicanos y los mexiquenses demandan estar bien informados para poder seguir viviendo en una nación democrática, de leyes y de instituciones.

LA GRÁFICA DE HOY
Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es del susto que nos llevamos este 19 de septiembre después de que se había llevado a cabo un simulacro de sismo, pero como si fuera una broma cruel, nuevamente la tierra se movió y nos hizo recordar en carne viva las desgracias de 1985 y 2017.
El físico de la Universidad Nacional Autónoma de México, JOSÉ LUIS MATEOS, nos compartió que la probabilidad de que tres sismos de gran magnitud tengan lugar un mismo día es casi nula, inclusive se expresa en una posibilidad por 133,225, es decir, 0.000751 de porcentaje.
Lamentablemente este movimiento dejó como saldo una víctima en Colima después de que se cayera una barda, un triste recordatorio de lo que es nuestra tierra, altamente sísmica y propensa a que ocurran estos fenómenos naturales que debemos enfrentar de forma responsable para evitar más tragedias.
La madrugada del domingo, en una playa de Michoacán donde precisamente fue el epicentro del sismo, me tocó que la tormenta tropical “Madeline” abriera la puerta y las ventanas de la cabaña donde me hospedaba de forma abrupta, algo que me dejó la reflexión de lo pequeños que somos ante el poder de la naturaleza y que ayer mientras se movía la tierra lo volví a sentir con el susto que genera el vivir momentos como estos.
Ni hablar, el 19 de septiembre es una fecha que ha generado una cicatriz en los corazones de los mexicanos y el destino, porque no lo puedo entender de otra forma, se encarga de recordárnoslo, una lección de lo importante que es la vida y por lo cual entender que más que nunca debemos trabajar en la cultura de la prevención y no de la lamentación.

Y VA DE CUENTO
Una mujer encuentra a su marido ALBERTO RONCES con un matamoscas en la mano y le pregunta: ¿Qué haces, cariño?
– Matando moscas.
– ¿Y has matado alguna?
– Sí, dos machos y tres hembras.
– ¿Y cómo sabes todo eso?
– ¡Porque dos estaban en el vaso de cerveza y tres en el teléfono!

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]

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